Usted está aquí: Ordinario (1) 8º SEMANA

Salmo Responsorial 110/ 5-6; 9-10

1) Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado,
dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito
y en cuyo espíritu no hay fraude.- R

2)
Había pecado, le reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: Confesaré al Señor mi culpa
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.- R

3)
Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de aguas caudalosas
no lo alcanzará.- R

4)
Tú eres mi refugio; me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación.-R

Aleluya. 2 Cort. 8/9