En este apartado si incluyen los Salmos Responsoriales y Aleluyas que correspondan a cada día.
Deciros que el canto de los salmos es una práctica muy antigua en la Iglesia.
El salterio es la mejor manera de responder a la Palabra de Dios, y por su carácter lírico ayuda a la asamblea a acoger e interiorizar el mensaje de Dios; favorece la meditación y percepción del sentido espiritual del salmo a través de sencillas y fáciles melodías.
La forma práctica, e ideal, de su canto será: Texto del salmo cantado por un solista y respuesta cantada por toda la asamblea.En cuanto al Aleluya, que es una aclamación de carácter festivo y jubiloso, como un rito musical preparatorio de la proclamación del Evangelio; es como el saludo que la asamblea da a la Palabra que el Señor les va a dirigir y debe ser cantada estando todos en pie.
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