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Lunes, 3. Octubre 2011 - 10:20 Hora
Domingo 28 del Tiempo ordinario /A


SALUDO
Dios nuestro Padre que en Jesucristo, el Señor, nos llama sin cesar por medio del Espíritu a la vida y a la fiesta, esté con todos nosotros.

ENTRADA
La Eucaristía es, de todas las fiestas que podamos celebrar, la más grande e importante de la vida cristiana porque nos ayuda a entrar en comunión tanto con el Padre como con los hermanos. Continuamente nos llama el Señor a vivir en fiesta, porque su invitación es a la alegría y al gozo. Todo su mensaje se orienta a vivir ese festín del que nos habla el profeta, donde se enjugarán las lágrimas de todos los rostros y se arrancará el velo que cubre a los pueblos. Y el Reino de Dios es como una permanente boda, un convite, de los que nos llenan de verdad porque nos sentimos invitados no para cumplir, sino para que seamos los protagonistas.
Claro, que nuestras celebraciones no parecen muchas veces una fiesta, sino otra cosa bien distinta. ¿Qué nos pasará a los cristianos, que no vivimos la alegría de nuestro Señor? Algo falla, y ese algo no viene de Dios. Que la celebración nos ayude a descubrir la vida nueva y la alegría que vienen del

ACTO PENITENCIAL
Delante de Dios Padre reconocemos nuestras faltas de caridad hacia las personas, pidiéndole su gracia y perdón:
- Tú, Palabra de vida, que nos llamas de las tinieblas a la luz.
SEÑOR, TEN PIEDAD.
- Tú, Palabra de vida, que acompañas el caminar de quienes te buscan con sincero corazón.
CRISTO, TEN PIEDAD.
-Tú, Palabra de vida, que nos quieres entregados a Ti y a los hermanos.
SEÑOR, TEN PIEDAD.
Oración: Dios de bondad y misericordia, danos tu perdón como lo esperamos de Ti. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACIÓN COLECTA
Nos reunimos, Señor, en esta fiesta, expresión de amor y de compromiso, esperando que la fuerza que de Ti procede mueva nuestra vida y así acojamos de verdad la misión de evangelizar, de modo que todas las personas puedan reconocerte como el Dios del Amor y la Vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA PROFÉTICA
El profeta Isaías nos acerca la visión del Monte de Dios en el que se celebrará el banquete universal, para todos los pueblos. La mesa será servida por el mismo Dios y ya no habrá muerte ni dolor, porque Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y apartará el oprobio de todos los Pueblos.

LECTURA APOSTÓLICA
Pablo ha aprendido, con la fuerza de Dios, a vivir en medio de los suyos, de las comunidades, y a interiorizar sus medios de vida. Sin ninguna superioridad, sabe "vivir en pobreza y abundancia". Él trata de llevar a cabo su misión en medio de las gentes con las que comparte la vida.

LECTURA EVANGÉLICA
Escuchamos la parábola del rey que celebraba la boda de su hijo y los invitados se excusan uno tras otro. Al rechazo del convite viene la nueva invitación del rey, esta vez hecha a todos los que están al borde del camino, lo que hace que la sala del convite se llene a rebosar.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Dios Padre acoge siempre nuestra oración, si de verdad la dirigimos con confianza; por eso le decimos: ¡Acoge, .Señor; nuestra oración!
- Para que en su modo de actuar la Iglesia muestre un Dios que se duele con el dolor y la miseria de todos los que sufren. Oremos.
- Para que los que nos llamamos cristianos nos esforcemos en vivir en la presencia de Dios, apartando los ídolos que nos roban la libertad. Oremos.
- Para que quienes gobiernan pueblos y naciones puedan descubrir que el poder se ejerce desde la entrega y el servicio. Oremos.
- Para que nuestra comunidad (parroquial) esté abierta a lo nuevo que Jesús nos trae, sin vivir encerrados en falsas seguridades. Oremos.
Oración: Acoge, Señor, nuestra oración y concédenos aquello que mejor nos ayude a servir a los hermanos. Por Jesucristo.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Junto con estas ofrendas recibe, Señor, las súplicas de tus hijos, para que esta Eucaristía, celebrada desde la fe, con amor y para la esperanza, nos lleve a participar un día de la plenitud de la vida junto a ti. Por Jesucristo.

PREFACIO
El banquete de bodas, Señor, la fiesta de tu reino, es el esfuerzo de los cristianos por serte fieles y por buscar en todo momento la verdad de la vida, el triunfo de la paz y del amor. Pero esto aún no es realidad y deberíamos asumir la responsabilidad que tenemos, y casi siempre la falta de entrega.
Nuestras iglesias suelen llenarse de gente los domingos, y todos creemos ser buenos y cumplidores porque nos damos la paz, comulgamos, rezarnos y cantamos. Pero junto a esto nos ignoramos, salimos de la iglesia como liemos entrado y vivimos lejos unos de otros.
La parábola de Jesús sigue viva para que nos sintamos invitados y cambiemos el traje gris por el traje de fiesta que ilumine la vida. Ayúdanos a unirnos a quienes sí han vivido de este modo, para poder decirte: Santo, Santo, Santo...

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A1 darte gracias por esta celebración, presencia y anticipo de unidad, que alimenta nuestra fe y da fuerza a la esperanza, te pedimos, Señor, que nos llenes de inquietud y fortaleza para buscarte en la vida y en los hermanos. Por Jesucristo.



DESPEDIDA:
A la hora de marchar, no olvidemos que estamos invitados a una gran fiesta en la casa del Padre. No dejemos caer en olvido su llamada.

CANTOS PARA LA CELEBRACION
Entrada: Jesucristo nos amó. (Apéndice) ; El Señor nos llama: (Cantos varios ) Aclama al Señor tierra entera CLN 607 Introito en latin: Si iniquitates observaveris
Salmo y Aleluya: Habitaré en la casa del Señor (Propio) Ofertorio: Procesional de ofrendas (Cantos varios) Santo: CLN-I3 Comunión: Fiesta del banquete CLN-O 23; Gustad y ved CLN O 30; Beberemos la copa de Cristo. CLN- 010 Final: Dad gracias al Señor. CLN 750.

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