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Lunes, 6. Febrero 2012 - 09:41 Hora
DOMINGO 6º DEL TIEMPO ORDINARIO /B


SALUDO
La gracia, la paz y el amor de Dios Padre, de Jesucristo el Señor y del Espíritu Consolador estén con todos vosotros.

ENTRADA
El Mensaje de Jesús, el Reino que inaugura, nos dice que la grandeza, la gloria de Dios es la vida plena de las personas: "yo he venido para que tengáis vida", nos dice Jesús. Así pues, nada de cultos vacíos, nada de rutinas sin compromiso, sino entrega, servicio y disponibilidad. Todo lo que sea cerrarnos sobre nosotros mismos y no querer ver la realidad, no tiene nada que ver con Jesús. Jesús siente lástima por el leproso, pero enseguida actúa, le cura, le salva, le reincorpora a la sociedad: esa es la voluntad del Padre: Dios nunca es una carga sino la luz, la ayuda, la fuerza para cuantos creemos en Él.
Que esta celebración de nuestra fe, hermanos, nos ayude a vivir en medio del mundo como verdaderos testigos del Amor que en Jesús ha venido a curar y salvar.

ACTO PENITENCIAL
Sabemos que tenemos limitaciones y pecados, que nuestra entrega deja mucho que desear. Pidamos perdón de todo lo que nos aparta del amor:
- Cuando reducimos el mensaje de Jesús a unas prácticas vacías, que no son alivio para las personas.
SEÑOR, TEN PIEDAD.
- Cuando reducimos el mensaje de Jesús a una ideología, a recetas para todo momento, que a nada nos comprometen.
CRISTO, TEN PIEDAD.
- Cuando reducimos el mensaje de Jesús a unas seguridades aparentes y ya logradas, que ahogan la creatividad y la apertura.
SEÑOR, TEN PIEDAD.
Oración: Dios del amor y del perdón, aparta de nosotros todo mal y ayúdanos a vivir en Ti. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que pones la plenitud de la vida de las personas en el servicio y la entrega por amor; al celebrar este memorial de Jesús te pedimos que su ejemplo liberador nos ayude a todos a vivir cerca de quienes sufren, llevándoles alivio, paz y esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA NARRATIVA
La lectura del Levítico nos acerca a la forma de pensar del antiguo Israel, donde toda enfermedad humana, y especialmente las de la piel, hacían impuro a quien la padecía. A la enfermedad se unía la exclusión, el luto, el ser apartados de lo social y religioso.

LECTURA APOSTÓLICA
En la vida cristiana todo lo que hacemos y creemos debería ir encaminado a la mayor gloria de Dios, sabiendo que esa gloria no consiste en pronunciar bellos himnos; lo que glorifica de verdad a nuestro Dios es todo lo que hagamos por el bien de las personas, por mejorar su vida, por hacerla más conforme a su condición de hijo de Dios.

LECTURA EVANGÉLICA
Con Jesús ha llegado la Buena Noticia de Dios, de modo que quien le ve actuar puede descubrir al mismo Dios. Un enfermo de lepra, apartado por su enfermedad de todo círculo social, le dirige a Jesús un ruego lleno de confianza: si quieres, puedes curarme. Y la fe del enfermo, la confianza en Jesús, realiza la curación.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Acudamos al Padre pidiéndole que nos ayude en nuestras necesidades; digámosle: ¡Escúchanos, Señor!
- Por la Iglesia, para que, atenta a las necesidades de los que más sufren, sea la voz de los sin voz, la denuncia de todo lo injusto que deshumaniza a las personas. Oremos.
- Por todos los que trabajan buscando el bien y el respeto de los derechos humanos, para que tengan el aprecio y el ánimo que necesitan. Oremos.
- Por los que llevamos el nombre de cristianos, para que identificados con la entrega de Jesús, unamos nuestros esfuerzos hasta conseguir que su mensaje de vida ayude a los excluidos de la sociedad. Oremos.
- Por nuestra comunidad (parroquial), para que, conscientes de que la gloria de Dios es que el hombre viva, crezcamos en prácticas liberadoras y solidarias. Oremos.
Oración: Ayúdanos, Señor, tú que nos conoces bien y sabes lo que necesitarnos. Por Jesucristo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, estos dones que ahora te presentamos nos renueven y nos fortalezcan para que vivamos de tal modo que en todo cumplamos tu voluntad de que nos amemos unos a otros como hermanos. Por Jesucristo.

PREFACIO
Te damos gracias y te bendecimos, Señor, por todo lo creado, por todo lo que de Ti recibimos en cada momento de nuestra vida. Y, en especial, te damos gracias por Jesús, nuestro hermano, que no dudó en compartir nuestras alegrías y nuestras penas para mostrarnos cómo es tu Amor y cómo debe ser nuestra respuesta agradecida. Él nos enseña a sentirte aquí, entre nosotros, y a llamarte Padre de todos. Por eso, desde Jesús sabemos que lo más importante es trabajar por hacer posible la fraternidad entre todos.
Haznos, Señor, de los tuyos, y haz que nuestra vida sea respuesta a tu amor, mientras nos unimos a todas las personas buenas para proclamar tu gloria diciendo: Santo, Santo, Santo...

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Llegue a Ti, Señor, nuestra acción de gracias por esta celebración que nos ha unido; que cuanto aquí hemos compartido sea fuerza para que seamos solidarios con las personas, conocedores de que la única manera de amarte a Ti es amar a nuestros hermanos. Por Jesucristo.

DESPEDIDA
Acabada la Eucaristía es necesario prolongar este milagro de la fraternidad y la presencia de Jesús en cada momento de nuestra vida. Vayamos en paz.

CANTOS PARA LA CELEBRACION
Entrada: La asamblea Domincial CLN A18; Un pueblo que camina CLN 719;
Alrededor de tu mesa CLN A4; Vayamos jubilosos. (Cantos varios)
En latin: Esto mihi in Deum(Canto Gregoriano)
Salmo y Aleluya: Tú eres mi refugio….. (Propio).
Ofertorio: Saber que vendrás (Cantos varios)
Santo: CLN-I 6
Cordero de Dios: CLN-Ñ 6
Comunión: Acerquémonos todos al altar CLN 024; ¿Cómo pagará el Señor? CLN 021; Unidos en ti: CLN 031
Final: Gracias, Señor por tu palabra CLN-O 4

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