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Martes, 24. Mayo 2011 - 20:20 Hora
El PP barre al socialismo de Zapatero

ForumLibertas

El PP barre al socialismo de Zapatero. El PSOE paga con el peor resultado de su historia el ejercicio del presidente del Gobierno que peores resultados ha dado al país desde el retorno de la democracia.

El resultado electoral es claro. Algo menos de la mitad de la población no ha votado. Los votos en blanco y nulos han crecido pero siguen sin representar un volumen impresionante, y es que todavía es pronto para valorar los efectos del 'Motín de Mayo'. Izquierda Unida no se ha beneficiado prácticamente para nada de ello y se mantienen el bipartidismo pero con un cambio muy importante, ahora es claramente asimétrico. Más de ocho millones de votos contra algo más de seis; más de dos millones de personas de diferencia. Ahora hay un partido hegemónico y una segunda organización política que le sigue a rueda pero que se ve desplazada de la casi totalidad de los centros de poder local y autonómico.

La otra mitad que hay ido a votar lo ha hecho claramente a favor del PP, o mejor dicho para castigar a Zapatero. Es difícil diferenciar una cosa de la otra, dado que el Partido Popular a estas alturas de la película representa claramente la alternativa, pero no ha expuesto aún el programa alternativo a estos siete años de desastre.

Una cuestión determinante ahora es que la gente, habiendo votado la exclusión de la política de Zapatero, se enfrenta a un muro si éste decide que no se va, porque ésta ha sido su declaración en la noche de las elecciones. Con la situación económica y social sin salida, el 'Motín de Mayo' en la calle, el hundimiento electoral, la desmoralización, la desvertebración de la sociedad española que basaba su resistencia en las anteriores crisis en lazos familiares fuertes, y con los déficits que aflorarán de las autonomías, la pregunta del millón es ésta: ¿Zapatero ha de realizar y aprobar los presupuestos del 2012? ¿Sería éste un gesto responsable? ¿Estaríamos en nuestro sano juicio si aceptáramos tal invite? Éstas son reflexiones obligadas para el día siguiente de las elecciones.

Zapatero ha destruido al PSOE, esto es una evidencia numérica. Y, lo que es peor, ha destruido la base social y económica de España en estos siete años, con cinco millones de parados y un desempleo de los jóvenes del 45%. España es un país que padece la lacra de una guerra. No se ha producido, afortunadamente, pero las secuelas están ahí, nuestro tejido económico las ha experimentado, sigue instalado en ellas. El colchón que nos permitió superar otras crisis está radicalmente destruido, no en su totalidad ni mucho menos, continúa configurando la mayoría. Nos referimos a las familias, aquellas que están dotadas de una cierta estabilidad y mantienen los vínculos de manera que pueden ayudarse unos a otros en épocas difíciles. Las políticas de Zapatero en relación con el matrimonio, uno de sus focos de atención, han sido particularmente destructivas. También lo ha sido su voluntad de recuperar la división de la guerra civil entre unos y otros, perdiendo todo el capital acumulado entre la transición, uno de los más importante de la historia de España, donde lo fácil es precisamente esta división, en la que se siempre se encuentra gente predispuesta a jugar en uno y otro bando.

Todas estas desgracias, hay que decirlo, no son responsabilidad exclusiva de Zapatero aunque él las encabece. Porque todo esto no hubiera sido posible sin la colaboración activa de una parte muy importante de la sociedad española. En primer término, la mayoría de bancos y de cajas; con pocas excepciones, La Caixa sería seguramente una de las excepciones, que han jugado claramente al zapaterismo por una razón de estricto interés económico sin querer ver todas las consecuencias. El mundo del entretenimiento, los que viven del cine, del teatro, de la televisión de este perfil, todos estos han contribuido a mitificar a un hombre que no sabía gobernar haciéndolo pasar por una especie de genio. Naturalmente, los beneficiados, es decir, los lobbies de la ideología de género, del homosexualismo político, del laicismo de la exclusión religiosa y su fuerte componente masónica; todos estos han sido y son cómplices activos de esta destrucción. Y también como grupo social y cultural lo que podríamos llamar la progresía del relativismo moral y el ecologismo de moqueta. También una parte importante del votante histórico del PSOE que siempre vota acríticamente, porque le dicen que ellos son “la izquierda” y viene” la derecha”, sin razonar qué hace cada uno en cada momento. También el voto cautivo, el de los funcionarios vinculados al partido, el de los contratados, el del conjunto de las empresas de la galaxia socialista que rodea el poder, aquellos que manejan el PER en Andalucía y Extremadura. Sin todos estos grupos, que todavía en buena medida persiste en su voto, el Gobierno de Zapatero no hubiera podido desarrollar las políticas que nos han conducido a donde nos encontramos.

Ahora la pregunta es inexcusable, si antes apuntábamos quién ha de hacer el presupuesto para el 2012, también es lógico preguntar quién asume la responsabilidad política del desastre socialista. ¿Zapatero, su causante, gente de su equipo o sólo “los de provincias”? Para los ganadores y también para los perdedores hay una cuestión básica: querer y saber interpretar el significado profundo del 'Motín de Mayo'. Mejor dicho, de las simpatías que ha despertado más que las causas de su entorno duro. Es un motín de efectos todavía delicuescentes, catapultado por los medios de comunicación, había casi tantos periodistas como concentrados en ocasiones –esto es una exageración pero describe bastante bien el superelativismo con que se han tratado las concentraciones, seguramente fruto de su novedad y afluencia de gente- pero debajo de todo ello, en el entorno de todo ello hay una gran inquietud, una gran crítica.

La mayoría de la sociedad quiere una reforma electoral y política bien hecha, que permita la elección directa del diputado y su responsabilidad ante el elector, que clarifique y vele por la transferencia de los partidos políticos, que no considere a los diputados unos seres privilegiados, sino que simplemente estén dotados de aquellos medios necesarios para realizar bien su función, que el paro figure en el frontispicio, que se declare un estado de emergencia contra él, y esto significa crecimiento económico, ocupación y crédito, especialmente para los jóvenes. Existe una bomba de efecto retardado en el seno de la sociedad española, son los subocupados altamente cualificados, aquella gente que después de terminar la universidad, de haber sido un buen estudiante, se encuentra que ha de desempeñar funciones de nivel inferior para las que se ha preparado y con sueldos muy bajos. De ahí surge no ya el motín, sino las revueltas y las revoluciones.

También es clamorosa la necesidad de una reforma fiscal que reparta equitativamente las cargas de la crisis y de la justicia para agilizarla y para hacerla mucho más objetiva, que tenga prestigio en la sociedad. Y sobre todo necesitamos construir una moral cívica para política donde quien vaya o esté en ella se sienta en la obligación de ejercer las virtudes, porque éstas son las que caracterizan el servicio político. Como fundamento de todo ello la reconstrucción de la amistad civil, es decir, aquellos elementos comunes que permiten pensando diferente trabajar en lo substancial para el buen gobierno de la 'polis'.

Ahora la pregunta de fondo es qué hará con todo este panorama la mayoría que ha ganado las elecciones. El PP en España y CiU en Cataluña, que ha pasado por primera vez en su historia política por tanto, también considerando el periodo de Pujol, a alcanzar la hegemonía política al gobernar en la Generalitat, y al gobernar en la capital de Cataluña y en las cuatro diputaciones.


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