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Martes, 26. Julio 2011 - 19:22 Hora
Martirio en la Orden

Lo ocurrido en el año 1996 en el pequeño Monasterio Cisterciense de Tibhirine, en Argelia, nos hace ver que la convivencia sólo con amor es posible
Alejandro Ridruejo Martínez


Martirio y consagración es el nombre de uno de los libros que últimamente he leído. El autor es Bernardo Olivera, Abad General de la Orden Cisterciense. La película es también conocida.

San Benito, que nace en el año 480 en Italia y es el fundador de la vida monástica de Occidente conocida como Orden Benedictina y de la famosa regla de San Benito, desde hace unos años es nombrado Patrón de Europa.

Curiosamente, el Papa Benedicto XVI es Oblato de la Orden Benedictina; y la Orden Cisterciense es una rama masculina y femenina que irradia del tronco principal Benedictino.

La realidad del libro citado se refiere a lo ocurrido en el año 1996 en el pequeño Monasterio Cisterciense de Tibhirine, ubicado en Argelia en una zona rural con pobreza de todo tipo, en la que la mayoría de las personas pertenecen al Islam. Los monjes realizaban un trabajo de ayuda mutua con el pueblo llano, compartían su fe en el mismo Dios.

La comunidad monástica está formada por 9 religiosos y aunque todos tienen su labor me referiré sobretodo a dos de ellos. El Abad es el Padre Christopher, que de forma impresionante es el que actúa respetando la libertad de sus hermanos. Una vez recibida la visita del jefe de un comando armado al que se opone a recibir dentro del monasterio con armamento de guerra, por lo que la conversación la mantienen fuera del lugar en el que el lema es PAX y cuya despedida “hasta pronto” huele a testamentaria. Pocas horas después de esta visita, la comunidad de monjes y varias personas que residen en la hospedería se disponen a celebrar el Nacimiento de nuestro Señor, al que vienen a adorar, pues es Dios hecho un Recién Nacido y con amor a todos los hombres. Al visualizar el peligro de muerte de su comunidad informa y deciden su permanencia en Argelia, previa votación secreta.

El Hermano Luc es un médico, uno de los mayores de edad de la comunidad, que además padece una enfermedad pulmonar crónica que no le impide ver enfermos hasta agotarse y poner una chispa de humor sano en momentos tensos. Se trata de un oblato. Utiliza la pequeña enfermería del monasterio en la que explora a los enfermos y allí tiene un surtido de fármacos con destino a sus enfermos y pobres que lo necesiten..

Por fin, la esperada y temida visita del grupo armado que con nocturnidad se hacen con 7 monjes. El Abad es un hombre abierto y denomina al que va a ser su asesino con el nombre especial “El amigo de la última hora”. Es curioso como el miedo es libre y ello hace que dos de los monjes se escondan para evitar la muerte.

Ellos se encargaran de hacer las denuncias correspondientes y dar la noticia al mundo, volviendo al monasterio para poder celebrar a media mañana la misa por sus hermanos. En poco tiempo, los cuerpos de sus compañeros asesinados absurdamente son trasladados al monasterio en Tibhirine para recibir sepultura.

Es todo un mensaje de total y rabiosa actualidad a favor de la Paz entre personas de distinta raza, cultura y religión, que lejos de fanatismos nos hace ver que la convivencia sólo con amor es posible.

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