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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Domingo, 4. Junio 2023 - 09:22 Hora
Solemnidad de la Santísima Trinidad

Las Lecturas nos invitan a contemplar el míster divino, no como un misterio insondable sino a la luz de la enseñanza de Jesús, como un ser amoroso, empeñado en la salvación de la humanidad.
1L.-El libro del Éxodo relata el momento en el que, en el Sinaí y en forma de nube, Dios se revela a Moisés como el Señor compasivo y misericordioso. La petición que el patriarca hace, conmueve el corazón: Que mi Señor vaya con nosotros... perdona nuestros pecados y tómanos como heredad tuya.
2L.-Pablo habla del Dios del amor que ofrece la paz a los corazones. En este día, nos introducimos en la intimidad de Dios. Lo contemplamos como Dios trino y uno. Dios paciente y misericordioso. Nos revela su vida íntima y nos invita a compartir esta vida por la adopción como Hijos suyos. Dios ha amado tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que todo el que crea tenga la vida eterna. Ev.- Dios quiere que el hombre tenga vida y la tenga en abundancia.Este fragmento de Evangelio es una síntesis de teología cristiana, muy condensada: el Padre, el Hijo y el Espiritu Santo aparecen implicados en la salvación que se ofrece y se propone.
PARA LLEVARLO A LA VIDA.
La iglesia en este día, celebra gozosa el conocimiento del misterio uno y trino de Dios y la grandeza de su amor por el género humano. Nos invita a contemplar el misterio íntimo de Dios, su Trinidad Santísima, dada a conocer por Jesucristo. Él nos reveló que Dios es amor y amar es la clave para conocerlo.
Al conocimiento de Dios no se llega por la razón sino desde el corazón. Por amor se nos dio a conocer, por amor nos entregó a su Hijo, por amor derramó su Espiritu.
Dios es todo amor, y sólo amor, amor purísimo, infinito y eterno. Y quien ama, no vive en soledad, sino que es fecundo, es fuente de vida que se entrega y comunica incesantemente.
El evangelio nos muestra que Dios, nuestro Padre y Creador, nos ama tanto que nos entregó a su Hijo unigénito, para que pudiéramos merecer la vida Eterna; y con este propósito marcha junto a nosotros, por el desierto de la historia, con su Espíritu.
Dios es misterio de amor que se ofrece a las personas como camino de plenitud, desgraciadamente son muchos los que se autoexcluyen de esa salvación, condenándose al vacío y el sinsentido, en esto consiste el juicio. Estamos llamados a gozar de una felicidad permanente desde antes de que creara el mundo. Dios no condena a nadie. Creer o rechazar a Cristo es aceptar o rechazar el amor de Dios y su oferta de salvación. Este es el juicio.
Nuestra fe es respuesta de acogida al don inmerecido que Dios nos oferta. Ojalá nosotros, troquelados desde nuestro bautismo con el sello de la Trinidad, seamos capaces de dar a conocer a los hombres este amor y este empeño divino de atraer los hombres hacia si y colaboremos activamente es este proyecto de salvación.

Domingo, 28. Mayo 2023 - 08:44 Hora
Solemnidad de Pentecostés

1L.- El relato de Hechos usa el simbolismo para expresar el poder dinamizador del Espiritu. El viento huracanado que se ha oír en el Cenáculo, simboliza la procedencia sobrenatural del Espíritu y recuerda la primera creación, cuando Dios infundió su aliento sobre el hombre recién modelado. Las llamaradas de fuego que no se consumen rememoran la experiencia de Moisés en el Sinaí y la transformación que se obró en él. La comprensión del mensaje por gentes de tan diversa procedencia recuerda que todos somos hijos del mismo Dios.
2ªL.- Pablo expone la acción del Espíritu en la comunidad con la promoción de la pluralidad de carismas destinados a la utilidad común. La comparación con el cuerpo humano, permite entender lo que es la Iglesia y muestra que no hay comunidad auténtica, si cada uno no participa activamente, poniendo su talento al servicio de todos.

El Evangelio destaca el misterioso poder que otorga Cristo, por la acción del Espíritu: ¡perdonar los pecados! La extraordinaria fuerza del perdón, tan necesaria para avanzar, para crecer y amar… Experimentar el perdón supone saberse comprendido, amado, restaurado ante Dios. Sanar la ruptura interior, recuperar el animo, volver a comenzar de nuevo… Es don y gracia obrada por el Espíritu santificador.

PARA LLEVARLO A LA VIDA.
Las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy nos llenan de confianza: «¡Ánimo!: yo he vencido al mundo», por su Resurrección ha destruido el poder del mal y del pecado, el poder del rencor y el odio, la dinámica del resentimiento, incapaz de vivir la libertad que sólo puede posibilitar el perdón.
Los que por el Bautismo pertenecemos a Cristo, podemos vencer todas las dificultades de la vida, tal y como Él las venció, en nuestra vida también pasamos por sucesivas muertes y resurrecciones, asumidas por el mismo Misterio Pascual de Cristo. Sólo con la ayuda del Espíritu podremos amar como Cristo ama y experimentar la fuerza del sentirnos perdonados y perdonar. Sólo si nos dejamos conducir por el Espíritu, viviremos coherentemente el Evangelio.
Sólo si nos dejamos guiar por el Espíritu, lograremos integridad entre el ser y el obrar, entre el pensar y el sentir, entre la vocación cristiana y la presencia en el mundo.
Sólo si nos dejamos iluminar por el Espíritu sabremos mirar más allá de nosotros mismos y atender las necesidades de quienes nos necesitan. Y ser asi -en verdad- testigos del amor de Dios, que nos da su ayuda para superar toda dificultad, incluso la muerte, al regalarnos su Espíritu Santo ¡agradezcamos éste don!

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