Usted está aquí: Inicio

Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 1. Abril 2023 - 20:57 Hora
Domingo de Ramos (Ciclo A)

1L.-El Siervo doliente con su disponibilidad para el sacrificio, es figura del Mesías y de todo aquel que, viviendo su evangelio, se ofrece a completar en sí mismo la pasión.
2L.- La carta a los Filipenses subraya fuertemente la obediencia filial de Jesús, hasta la muerte en Cruz y por ello es exaltado como Señor.
Ev. La pasión de S. Mateo nos presenta a Jesús como el Mesías, en quien se cumplen las antiguas promesas y se sella la nueva alianza. En su pasión Cristo se manifiesta rey y hace de la cruz su trono real y, desde donde salva a los hombres. La corona de espinas, el manto de púrpura, la caña en sus manos… subrayan su realeza.
Sólo Mateo destaca la perspectiva escatológica de la muerte en cruz, la cortina del Sancta sanctorum del templo, se rasga. Lugar al que sólo podía acceder el sumo sacerdote y una vez al año, ello simboliza que los sacrificios de la antigua alianza han sido superados por el sacrificio definitivo y en Cristo, tenemos libre acceso a Dios.
PARA LLEVARLO A LA VIDA.
En el pórtico de la semana mayor se nos invita a contemplar la Pasión, a hacer meditación de ella. Hoy la liturgia nos interpela a tomar postura ante Cristo.
Ha llegado la hora, ya no lo oculta, en que Jesús se define como Rey ¡sorprendente Realeza la suya! «Mi Reino no es de este mundo». Sin riquezas ni palacio, ni ejercito, sin corte ni vasallos…
Es un Rey que no se impone a la fuerza, simplemente se ofrece. Su poder está en el servicio.
Este Rey por palacio quiere tu corazón, por única riqueza tu entrega, no te quiere vasallo sino amigo. Su única ley es el amor fraterno y su única fuerza la gracia.
¡Toma partido de una vez! Tu decides si quieres ser de aquellos que sólo le aclaman cuando todo les va bien y hacen fiesta, para abandonarle o traicionarle cuando llega la cruz. Tu decides si quieres ser cireneo del Cristo que sigue padeciendo en el hermano o el espectador indiferente, que pasa de largo. Tú decides si quieres alcanzar la gracia de estar con él en su reino o por el contrario, quieres quedarte prendido en tus lamentaciones reproches… Tu decides si quieres abrazar la cruz y seguirle en la resurrección o quedarte para siempre en tu sepulcro.
Como escribía San Andrés de Creta: «No viene para conquistar gloria, con pompa y fastuosidad: no discute ni alza la voz, no se hace sentir por las calles, sino que es manso y humilde (&hellip . No echemos delante de Él ni ramas de olivo, ni tapices o vestidos; derramémonos nosotros mismos al máximo posible» ¡Decide!

Domingo, 26. Marzo 2023 - 09:31 Hora
VDomingo de Cuaresma

1L.-Dios es señor de la vida que transforma la esterilidad de la muerte en realidad nueva de la que hace brotar misteriosamente la vida.

Ev.- La resurrección de Lázaro es el último milagro que Jesús realiza antes de su Pasión. El evangelista subraya los sentimientos de Jesús: aquel "que ama, está enfermo”, se turba, solloza, se siente conmovido, se echa a llorar… Quiere así, el autor, destacar su humanidad. Que es verdadero hombre, que ha querido compartir plenamente nuestra condición. En él percibimos que Dios es amor.
Este pasaje muestra, que el fruto de la fe, según el diálogo con Marta, es la posesión de la vida eterna: “el que cree en mí no morirá para siempre”.
Para llevarlo a la vida.
A menudo se nos olvida que la resurrección es el fundamento de nuestra fe, la clave de nuestra esperanza, el motor de nuestra caridad…
La señal del cristiano no es la santa cruz sino la resurrección triunfante.
La buena noticia que pregona el evangelio no es un cristo yacente, que expresa la entrega generosa, sino la victoria sobre el último enemigo aniquilado, la muerte.
Como Marta creemos en Jesús, le amamos sinceramente; pero a menudo nos quedamos sólo en la cruz sin dar el salto a la fe viva en la resurrección.
Nos pasa como a Marta, que dialogando con Jesús confiesa reconocerle como la "resurrección y la vida"; pero poco despues trata de disuadirle de abrir el sepulcro de Lázaro porque lleva tres días enterrado y "ya huele". Ella es prototipo de la pobreza de nuestra fe.
Un sacerdote anciano me contaba una experiencia personal de sus primeros años de ministerio. Le llamaron para administrar la “extremaunción” y tras confesar al moribundo. Tras ello le invita a hacer un acto de fe. Le dice, responde conmigo: ¿Crees en Dios padre…? – Si creo. ¿Crees en Jesucristo, su unico Hijo…? – Si creo! - ¿Crees en el Espritu santo, señor y dador…? – Si creo!¿Crees en la iglesia…? – Si creo… ¿Crees en la resurrección y la vida eterna…? Entonces, aquel hombre contestó: - Yo creo, señor cura, pero verá usted como no es verdad!
Así nos pasa a nosotros, queremos creer, y lo hacemos sinceramente, de buena fe, pero ante la evidencia de la muerte nos falta convicción, confianza plena y absoluta.
A ti y a mi, Cristo nos dice hoy: "Yo soy la resurrección y la vida... ¿Crees esto?". Y hay que darle respuesta.
La resurrección de Lázaro es testimonio del poder de Cristo.
El ordena: «Desatadlo y dejadle andar»... Sólo él nos libera de las ataduras del pecado que nos mantenían esclavos de la muerte. Su redención nos ha liberado de las cadenas del pecado, vivamos pues en consecuencia! Libres de toda atadura, como hombres que no le temen a nada, sabedores de que nuestro destino es vivir. Trabajemos por la vida y combatamos toda forma de muerte.

Nueva contribución  Vieja contribución

Iniciar sesión