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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Domingo, 30. Abril 2023 - 08:18 Hora
Domingo IV de Pascua (Ciclo A) Domingo del buen Pastor

1L.- La predicación de san Pedro transmite la vivencia del kerygma cristiano y de la experiencia espiritual del bautismo.
2L.- Cristo en su pasión, muerte y resurrección: paciencia y humildad en la humillación; silencio en las injurias, hizo de su sufrimiento inocente e injusto, reparación y cura de nuestros pecados.
Ev.- La parábola del Buen Pastor, describe de modo profundo el corazón de Cristo: “Puerta y voz”. Hay que cruzar la Puerta y escuchar su voz.
La Puerta es lugar por donde se entra y sale. El evangelista emplea el término griego "aulé" el recinto por donde se encontraba la Tienda de la Alianza y también, después, la puerta del atrio del Templo de Jerusalén. De modo que en la parábola hay que entender que Cristo no está refiriendo a la puerta del redil del rebaño sino a la puerta del Templo. El es la puerta: Nadie puede encontrarse con Dios, si no es entrando por medio de Jesús.
Él es el único lugar de encuentro con Dios y el único mediador de la salvación. La afirmación de Cristo es categórica, es una afirmación de su divinidad mesiánica. No hay otras puertas que lleven al acceso al Padre. Cristo, revelación del Padre, es la única puerta.
La imagen del Pastor evoca una autoridad que se ejerce no despóticamente sino en una actitud de servicio continuo. Jesucristo, constituido Señor y Mesías, construyó la puerta de la salvación mediante su crucifixión... Sólo a través del bautismo se puede escuchar la voz de la Puerta de la redención y recibir al Espíritu Santo.
PARA LLEVARLO A LA VIDA.
Jesús es el buen pastor que conoce a sus ovejas; nos conoce personalmente. Jesús nos lleva en su Corazón a cada uno.
Conocer a Jesús implica escuchar su voz y seguirle con docilidad.Para el lenguaje bíblico conocer es sinónimo de "hacer experiencia". Escuchar la voz, es advertir la presencia y el estado interior de esa persona y obedecer.
Jesús es la puerta, la única puerta de acceso a Dios. Jesucristo es el único salvador. Ha venido a darnos vida. Esforcémonos por atravesar esta puerta, que él nos abre de par en par. Y demos testimonio de que toda nuestra esperanza está puesta en Él.
Ser cristiano es reconocerle como Pastor que da la vida; es dejarse conducir por él, vivir sus enseñanzas; alimentarse de su Palabra y de su cuerpo; es reconocerle como puerta y entrar por él.
Fidelidad a la vocación bautismal y conversión son las claves de autenticidad.
Hoy es la Jornada mundial de oración por las vocaciones. Oremos pues por las vocaciones, para que Dios nos procure pastores conformes a su corazón y deseosos de dar su vida en bien de los hermanos.
¡Que no le falten buenos pastores a esta generación tan desorientada y dispersa! Pastores fieles que orienten, hagan unidad y procuren buen pasto al alma.

Domingo, 23. Abril 2023 - 08:12 Hora
Domingo III de Pascua (ciclo A)

1L.- S. Pedro, en su primer discurso a los israelitas reunidos en Jerusalén el día de Pentecostés, proclama que Jesús de Nazaret, hombre acreditado por Dios con prodigios y milagros, fue entregado según el plan misterioso de Dios, fue clavado en una cruz, pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Como prueba de ello, cita el Salmo 15 que canta la esperanza de que el justo no quedará olvidado en el sepulcro, ni conocerá la corrupción. Es la solemne proclamación es el fundamento de la fe en Cristo resucitado.
2L.-En su primera carta S. Pedro nos recuerda que sólo quien llega a comprender mejor el misterio del misterio pascual de Jesús, toma en serio su proceder en la vida por comprender que “ha sido liberado no con oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo".
Evangelio.- Los caminantes de Emaús escuchan con atención la palabra de Dios.
A Jesús resucitado le encontramos en la comprensión de las Escrituras. Es decir, lo encontramos al comprender el Plan de Dios.
PARA LLEVARLO A LA VIDA.
Jesús sale al paso en nuestros caminos. Cada jornada nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan. La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios, que remite continuamente al misterio de Cristo, el cumplimiento de las promesas, la revelación definitiva del misterio de Dios, la salvación para los hombres... ¡Qué gran necesidad tenemos de ser, como los dos caminantes de Emaús, hombres que escuchan con atención la palabra de Dios y se nutren con el Plan de Dios. ¡Qué importante es la lectura diaria y profunda de la Sagrada Escritura!
Al recordar el pasaje de los de Emaus Agustín: “¿Cuándo se hizo conocer el Señor? Al partir el pan. He aquí nuestra certeza: al compartir el pan conocemos al Señor. Él ha elegido ser reconocido de este modo por nosotros que, sin haber visto su carne, comeríamos su carne. Quien quiera que tú seas, tú que crees, que te reconforte la condivisión del pan. La ausencia del Señor, no es una verdadera ausencia. Aquel a quién tu no ves, está contigo. Cuando Jesús hablaba a ellos (a los discípulos de Emaus), ellos no creían que estuviese resucitado. Ellos mismos no esperaban el poder “revivir”: habían perdido la esperanza. Caminaban, muertos, junto a la vida.
Y tú, ¿quieres la vida? Haz como los discípulos (de Emaus) y reconocerás al Señor. El Señor era como un viandante que debía ir muy lejos, sin embargo, han sabido retenerlo junto a sí… Aprende dónde buscarlo, aprende dónde encontrar al Señor.”
A Jesús lo encontramos al recibirlo con fe en la Comunión, donde el Señor se nos revela con todo su amor y nos invita a transformarnos en Él.

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