Miguel P. León Padilla
Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.
Sábado, 25. Noviembre 2023 - 08:35 Hora
XXXIV Domingo (ciclo A) Cristo, rey del universo
1L.- la cultura pastoril recurrió a la imagen del pastor para describir la labor de los guías de los pueblos. Frente a los pastores que explotan el rebaño o lo dejan perecer, Dios reúne a los dispersos y los conduce a la fuente de la vida. El profeta exílico anuncia así la salvación de Dios al pueblo destruido.
2L.- El apóstol ofrece una síntesis del sentido de la historia desde la perspectiva cristiana. Llegará un día en que el proceso histórico puesto en marcha por Cristo se manifestará en toda su fuerza y dimensión. Ese día se revelará al fin con toda claridad que Dios había sido desde siempre la razón de ser del hombre.
Ev.- La parábola del juicio
PARA LLEVAR A LA VIDA
La Liturgia presenta hoy a Jesús como el Señor de la Historia, el que clarifica la verdad de cada hombre y nos da el criterio de pertenencia o exclusión de su Reino: "Lo que hicisteis con un hermano mío de esos más humildes, lo hicisteis conmigo".
Celebrar a Cristo Rey es recordarnos que la pertenencia o exclusión al Reino es consecuencia de nuestra actitud frente a los hermanos. Importa la actitud más que el credo. En el Reino de Jesús se entra por una práctica de vida.
Cristo nos advierte de que el juicio final será sobre el amor hecho servicio. El juicio será según las obras, no según lo que decimos creer y confesar. Así que son las obras las que distinguen y juzgan a los hombres al fin y al cabo, no las palabras ni los rezos. No habrá ningún otro criterio de posicionamiento..., lo que nos ubica coloca a la izquierda o a la derecha del Señor es el ejercicio del amor servicial y desinteresado; la ley con la que vamos a ser juzgados se resume en el amor.
Cristo, que se identifica con los pobres, con los forasteros, con los encarcelados, con los enfermos. Y en ellos espera ser atendido.
El cumplimiento del mandamiento del amor o su incumplimiento anticipa ya en el mundo el juicio final. El que ama a Cristo en los hermanos necesitados y remedia su necesidad se introduce en el reino de Dios.
Sábado, 18. Noviembre 2023 - 18:48 Hora
Domingo XXXIII del TO (Ciclo A)
1L.- El libro de los Proverbios se cierra recogiendo un elogio: el de la mujer juiciosa y prudente; un canto a la esposa, madre y ama de casa irreprochable.El amor centrado en los de casa y en el bien de su pueblo: ésos son los valores que se ponderan, no la belleza ni la apariencia externa
2L.- San Pablo recuerda que la vida del verdadero cristiano es constantemente una vigilia. En la espera del retorno del señor no puede verse sorprendido. Porque no vive en tinieblas, sino que es hijo de la luz e hijo del día. Esa vigilancia supone sobriedad, despego en orden a la venida de Cristo.
Ev. La parábola de los talentos y el siervo negligente.
PARA LLEVAR A LA VIDA
El Señor señala dos posturas ante la vida. La de quienes cómodamente buscan seguridad y huir de complicaciones, frente a los que «se arriesgan». Los «meten su dinero debajo de una baldosa» y los que se las ingenian para sacar de él la máxima rentabilidad.
Reparemos en que el siervo que devuelve a su señor lo mismo que recibió es condenado por negligente y holgazán. Sabía que a su amo no le gustaría, pero pensó salvar la situación sin trabajar ni arriesgarse. Y pensaba que no hacía nada malo ¿Fue mayor su pereza o su miedo? ¿Obró con prudencia?
No, ni siquiera llevó el dinero al banco, con lo cual se perdieron los intereses.
El siervo justifica su actitud como consecuencia más del miedo que de la pereza. Lo que le encomienda su amo le produce miedo y anula su creatividad.
La fe es uno de los talentos que hemos hacer fructificar. Enterrarla en el mero cumplimiento, en la rutina o en la estricta intimidad es hacerse merecedores del reproche del Señor. Es preciso vivirla, alimentarla, testimoniarla, cada cual con su peculiar estilo, haciéndola crecer. Lo peor es no hacer nada.
Señor hace elogio del compromiso con el evangelio, de la efectividad del apostolado, del trabajo por el Reino, del rendimiento de la vida Interior.
La responsabilidad de los creyentes no es "conservar" la fe sino comunicarla, custodiar el evangelio de Jesús, sino hacerlo vivirlo con audacia; no guardarlo como simiente, sino sembrarlo.
Nueva contribución Vieja contribución