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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Jueves, 27. Julio 2023 - 16:05 Hora
XVII Domingo TO (Ciclo A)

1ªL.- Salomón no pide bienes personales sino sabiduría y buen juicio para gobernar con rectitud.
2ªL.- A los que aman a Dios "todo" les sirve para bien
Ev.-Jesús, para enseñar el misterio del reinado de Dios, toma escenas de la vida cotidiana: un labrador que halla un tesoro en el campo, un mercader que encuentra una perla fina en el mercado, unos pescadores que echan la red barredera y cogen pescados grandes y pequeños... el Maestro, se acercaba a cada cual hablando su lenguaje.

PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús, para hablar del misterio del reino de Dios lo compara siempre a un suceso, no a una cosa. No es un tesoro, ni es una perla, tampoco una red barredera..., sino lo que le sucede al labrador que halla el tesoro, al mercader que encuentra la perla y los pescadores con la red.
Jesús quiere comunicarnos que entrar en el reino no es tomar como posesión una cosa sino entrar en una nueva dinámica y comienzar a vivir con una actitud diferente que ayuda a reestructurar nuestra escala de valores.
La nueva vida comienza por pura gracia de Dios: se encuentra, se descubre, como una realidad valiosa que no tiene precio, que no se puede comprar ni producir, es lo único verdaderamente valioso y todo es nada en su comparación.
Al ser humano, que anda permanentemente en busca de sentido, que anda desorientado y errático, ninguna realidad consigue saciarle. En su necesidad puede agarrarse atolondradamente al dinero, al poder, a la fama, al placer, etc. Pero nada colmará sus ansias porque sólo Dios es la clave.
Escondido en nuestro mundo, cubierto por la humanidad sufriente y crucificada de Jesús, está el tesoro del hombre. Es ahí donde Dios se ofrece a los que le buscan. El que encuentra a Dios en Cristo experimenta una gran alegría. Se sabe agraciado por el Amor y libre para dar la vida, para darlo todo.
Hoy se nos invita a mirar hacia dentro, en el corazón, para encontrar algo escondido. El tesoro del que nos habla Jesús está oculto en lo más profundo de nosotros. Está ahí, sólo hace falta buscarlo, dar con él. El Reino colma todos los anhelos de nuestro corazón. Este tesoro, esta perla sólo la encuentra el que busca, sólo los que no se dan por satisfechos fácilmente, porque no se contentan con cualquier cosa…
Los inquietos e inconformistas son personas con ambición, intrépidos que saben arriesgar. El Reino de los Cielos es sólo para los que están dispuestos a venderlo todo, como escribe san Juan de la Cruz: «Para llegar a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada»... ¿Estás en actitud de búsqueda? ¿serás capaz de venderlo todo para ganarte el reino? Al final... ¿serás contado entre los peces buenos?

Martes, 25. Julio 2023 - 02:55 Hora
Solemnidad de Santiago, patrono de España

1L.- Los apóstoles dan valiente testimonio de la resurrección del Señor.
2L.- El tesoro del evangelio lo llevamos envuelto en debilidad, porque es un mensaje de amor.
Ev.- La madre de los Zebedeos no había entendido el mesianismo de Jesús, los apóstoles tampoco, creían que iban por el camino de los honores.
PARA LLEVAR A LA VIDA
"Los jefes en este mundo gobiernan como opresores, pero no ha de ser así entre vosotros". Entonces los apóstoles no lo habían entendido. Aún ahora, todavía nosotros no lo hemos entendido y quienes lo entendieron no lo aceptan. Es necesaria la experiencia Pascual para comprender al maestro.
Cuando Santiago comprendió consagró sus esfuerzo a servir al Evangelio y gracias a él prendió en España la fe. Una fe fecunda que humanizó nuestra tierra e hizo a sus gentes solidarias con ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad... Promoviendo casas de acogida, escuelas, hospitales, centros de acogida. La semilla del apóstol germinó y el camino que conducía a su sepulcro fue germen de unidad y concordia durante siglos.
Pero hoy los sociólogos describen una Europa y España postcristiana, y con la sombra de la islamización en ciernes. En 2020 se cerró un convento de clausura cada semana. Entre los curas no hay relevo generacional (la edad media de nuestros sacerdotes es de 67 años), la secularización y un ambiente hostil hacia la misión de la Iglesia, el hedonismo y el miedo al compromiso, propician una crisis vocacional sin precedentes.
La fe ha perdido relevancia en la vida de las personas. Un estudio internacional de valores del BBVA en 2019, evidenciaba que las gentes creen que la religión no responde a las cuestiones importantes a las que ha de enfrentarse una persona.
El descenso de quienes se manifiestan como católicas ha sido vertiginoso en el inicio del siglo XXI. En diciembre de 2022 solamente un 56% de los encuestados por el CIS se declaraba católico y de estos los no practicantes duplican a los que sí (por ejemplo, sólo un 14% celebra la semana santa).
Una creciente individualización, junto a una tendencia a aúnar creencias de diferentes tradiciones espirituales y credos, hace que muchos católicos ya no sientan la necesidad de participar de la vida sacramental de la Iglesia.
A ello ha de añadirse la escisión, que señala el filósofo católico Pietro Prini, entre la doctrina de la Iglesia y la conciencia de los católicos que rechazan las enseñanzas morales, especialmente en el ámbito sexual, por considerarlas un anacronismo extemporáneo.
El catolicismo ha quedado como una religión cultural asociada a la memoria tradicional, que sustenta autoidentificaciones sociales que entroncan con las costumbres de nuestros mayores. Los españoles se manifiestan devotos de un santo o una Virgen pero sin que ello tenga repercusión alguna en su vida o convivencia; y por supuesto sin vinculación ninguna con el Magisterio o la comunidad eclesial.
La familia, en general, ha dejado de transmitir la fe; La tasa de ruptura de la transmisión de la fe entre los católicos españoles es de las más altas de Europa. De estos polvos vienen éstos lodos. Necesitamos evangelizadores aguerridos, intrépidos e infatigables al estilo santiagués, necesitamos padres empelados en transmitir la fe a sus hijos; y necesitamos curas fieles que no entorpezcan el crecimiento del Reino sino que alienten a sus hermanos.
Qué respuesta dar ante este panorama?
He de preguntarme: Yo, como discípulo de Cristo, trabajo servidor de los demás ayudándolos a encontrar la fe?
Hay que ponerse en camino y avanzar a tiempo y a destiempo testimoniando la fe.
Confiemos en el auxilio del Apóstol que no ha cesado de proteger esta tierra de misioneros y santos, está bendita tierra de María

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