Miguel P. León Padilla
Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.
Sábado, 2. Diciembre 2023 - 13:52 Hora
I Domingo de Adviento (ciclo B)
Comenzamos el Adviento, tiempo de esperanza orante. Para el antiguo Israel la espera del Mesías fue una larga preparación pedagógica, no siempre fiel, para que experimentase la necesidad de un Redentor, que fue revelación del amor de Dios. Para nosotros en la Iglesia, el Adviento es llamada a la responsabilidad y la fidelidad ante el que ya vino como Redentor, pero que volverá un día para culminar la obra de la salvación.
1L.-En el destierro babilónico, el pueblo judío fue largamente purificado. Con aquella experiencia el pueblo aprendió a creer y a esperar.
Esta oración que hoy se proclama rezuma humildad, confianza y amor filial.El padre sabe bien cómo tratar al hijo, aunque haya sido rebelde. ¡de ahí el deseo incontenible: "¡ojalá rasgases los cielos y bajases!".En el sufrimiento más intenso, en la humillación más injusta, pueden nacer los sentimientos más puros y elevados.
2L.- El creyente en Cristo no debe cansarse de alabar y agradecer, como hace Pablo. La razón es que Dios ha volcado sobre nosotros todos sus dones.Dios rasgó el cielo y bajó. Dios se manifestó en Jesucristo. Dios nos salvó por Jesucristo. «Dios nos llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo».
Pero la gracia de Dios aún no ha terminado, porque seguimos esperando a Jesucristo. El sigue viniendo salvador.
Ser cristiano es estar en situación de espera, aguardando la venida de Cristo al final de la historia de cada uno y de toda la humanidad. Pero no es una espera pasiva, sino llena de vitalidad y de continuo enriquecimiento.
Ev.- La parábola del señor que al marcharse dejó a cada sirviente encargado de una tarea de la cual, le pedirá cuenta un día.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Del día de la "parousía" de Cristo sólo sabemos que sucederá , pero no cuando, la fecha, absolutamente secreta, no es conocida ni por los ángeles.
por tanto hay que renunciar a realizar cálculos y a hacer previsiones sobre el fin de los tiempos. Hay que aguardar sin temor alguno el fin. Lo único que importa es lo que se pide a los creyentes la máxima vigilancia: "velad, porque no sabéis a qué hora viene el amo de la casa, si por la tarde o a medianoche o al primer canto del gallo". Lo determinante es que no vuelva de forma imprevista y nos encuentre "cabeceando". Conoce el Señor que tendemos fácilmente a la modorra. Vivimos distraídos, descuidados y olvidados de las cosas del alma y de Dios. Y dejamos escapar las oportunidades de encuentro. Y Dios puede venir en cualquier oportunidad. Cristo se hace presente en cualquier oportunidad. Por ello Jesús nos recuerda que necesitamos velar para reconocerlo y acogerlo. Es lo propio del Adviento. El Señor está cerca. Es el tiempo de la preparación.
Sábado, 2. Diciembre 2023 - 13:51 Hora
I Domingo de Adviento (ciclo B)
Comenzamos el Adviento, tiempo de esperanza orante. Para el antiguo Israel la espera del Mesías fue una larga preparación pedagógica, no siempre fiel, para que experimentase la necesidad de un Redentor, que fue revelación del amor de Dios. Para nosotros en la Iglesia, el Adviento es llamada a la responsabilidad y la fidelidad ante el que ya vino como Redentor, pero que volverá un día para culminar la obra de la salvación.
1L.-En el destierro babilónico, el pueblo judío fue largamente purificado. Con aquella experiencia el pueblo aprendió a creer y a esperar.
Esta oración que hoy se proclama rezuma humildad, confianza y amor filial.El padre sabe bien cómo tratar al hijo, aunque haya sido rebelde. ¡de ahí el deseo incontenible: "¡ojalá rasgases los cielos y bajases!".En el sufrimiento más intenso, en la humillación más injusta, pueden nacer los sentimientos más puros y elevados.
2L.- El creyente en Cristo no debe cansarse de alabar y agradecer, como hace Pablo. La razón es que Dios ha volcado sobre nosotros todos sus dones.Dios rasgó el cielo y bajó. Dios se manifestó en Jesucristo. Dios nos salvó por Jesucristo. «Dios nos llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo».
Pero la gracia de Dios aún no ha terminado, porque seguimos esperando a Jesucristo. El sigue viniendo salvador.
Ser cristiano es estar en situación de espera, aguardando la venida de Cristo al final de la historia de cada uno y de toda la humanidad. Pero no es una espera pasiva, sino llena de vitalidad y de continuo enriquecimiento.
Ev.- La parábola del señor que al marcharse dejó a cada sirviente encargado de una tarea de la cual, le pedirá cuenta un día.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Del día de la "parousía" de Cristo sólo sabemos que sucederá , pero no cuando, la fecha, absolutamente secreta, no es conocida ni por los ángeles.
por tanto hay que renunciar a realizar cálculos y a hacer previsiones sobre el fin de los tiempos. Hay que aguardar sin temor alguno el fin. Lo único que importa es lo que se pide a los creyentes la máxima vigilancia: "velad, porque no sabéis a qué hora viene el amo de la casa, si por la tarde o a medianoche o al primer canto del gallo". Lo determinante es que no vuelva de forma imprevista y nos encuentre "cabeceando". Conoce el Señor que tendemos fácilmente a la modorra. Vivimos distraídos, descuidados y olvidados de las cosas del alma y de Dios. Y dejamos escapar las oportunidades de encuentro. Y Dios puede venir en cualquier oportunidad. Cristo se hace presente en cualquier oportunidad. Por ello Jesús nos recuerda que necesitamos velar para reconocerlo y acogerlo. Es lo propio del Adviento. El Señor está cerca. Es el tiempo de la preparación.
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