Miguel P. León Padilla
Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.
Sábado, 30. Diciembre 2023 - 23:42 Hora
Fiesta de la sagrada familia
1L.-Honrar a los padres es fruto del temor de Dios, principio y raíz, corona y plenitud de toda sabiduría. El sentido religioso impulsa al hombre a guardar los mandamientos y rechazar el pecado. Por eso los que honran a sus padres expían sus pecados y obtienen toda clase de bendiciones. Por transmitirnos la vida, los padres son la imagen de un Dios padre.
2L.-Pablo se dirige a las comunidades cristianas, mujeres y a los maridos, a los padres y a los hijos, y les anima a vivir según conviene "en el Señor".La comunidad, como la familia, ha de poner en ejercicio un amor realista, traducido en respeto, ánimo, comprensión y colaboración entre todos. El amor es la perfección de todas las virtudes.
Ev.- La presentación en el templo. Simeón reconoce al Mesias y confiesa puede morir satisfecho.
PARA LLEVAR A LA VIDA
El centro del pasaje evangelio, lo constituye la revelación de Simeón. Jesús ha sido ofrecido al Padre; el Padre responde enviando la fuerza de su Espíritu al anciano Simeón, que profetiza. En sus palabras se descubre que el antiguo israel de la esperanza puede descansar tranquilo; su historia (representada en Simeón) no acaba en vano: ha visto al salvador y sabe que su meta es ahora el triunfo de la vida, el principio de luz y salvación para las gentes.
Las palabras del himno del anciano, son reflejo de un dolor y de una lucha. Por eso culminan en el destino de sufrimiento de María.Desde el principio de su actividad, María aparece como signo de la Iglesia, que llevando en sí toda la gracia salvadora de Jesús se ha convertido en señal de división y enfrentamiento. La subida de Jesús al templo ha comenzado con un signo de sacrificio; con signo de sacrificio continúan las palabras reveladoras de Simeón. Desde este comienzo de Jesús como signo de contradicción para Israel (u origen de dolor para María) se abre un arco de vida y experiencia que culminará sobre el Calvario y se extenderá después hacia la Iglesia. Todo el que escucha las palabras de consuelo en que Jesús se muestra como luz y como gloria (2, 29-32) tienen que seguir hacia adelante y aceptarle en el camino de dureza, decisión y muerte; en ese caminar no irá jamás en solitario, le acompaña la fe y el sufrimiento de María.
Con las palabras de alabanza de Ana, que presenta a Jesús como redentor de Jerusalén (2, 36-38) y con la anotación de que crecía en Nazaret lleno de gracia (2, 39-40)
Jueves, 21. Diciembre 2023 - 21:12 Hora
IV Domingo de Adviento (ciclo B)
1L.- No es el rey el llamado a hacer una casa para Dios, que está con su pueblo en todo lugar. Es Dios quien hace una casa para el rey y para su pueblo: elige a sus descendientes y los hace hijos suyos.
2L.- Las últimas palabras de la Carta son una doxología, formulada desde la convicción de que el Evangelio no se puede anunciar sino desde esa misteriosa llamada gratuita de Dios, que, sin saberse por qué, nos escoge para esta misión difícil y dolorosa, pero magnífica y grandiosa al mismo tiempo.
Ev.- para Dios nada hay imposible. Él pide su colaboración a María y ella no pone objeciones. Se hace sierva de la voluntad del Señor.
PARA LLEVAR A LA VIDA
David quería pagar de algún modo a Dios los dones recibidos. Pero Dios no quiere que le paguemos con templos ni ofrendas y sacrificios. «El sacrificio que Dios quiere es un corazón contrito». El templo que Dios quiere es el de nuestra alma. Ahora es Dios mismo el que quiere construirse un templo. Lo va preparando en la propia dinastía de David. Tardará muchos años en formarse, será una casa pequeña, pero transparente, palpitante. Y el templo se llama MARÍA. Y tendrá una doble función: acoger a Dios en el alma y acoger al Hijo de Dios en el vientre. Su alma estaba llena de Dios, rebosante de su gracia. Dios moraba en ella en intimidad y compenetración perfecta.
Con la Anunciación el cielo se acerca entrañablemente a la tierra. Este es el suceso más trascendental, el que divide la historia. Todo rezuma encanto, sencillez, profundidad. Dios, el amor más grande, se adentra en el tiempo en su Hijo, y lo hace respetando la libertad humana, esperando la respuesta de María. Ella con incomparable humildad y obediencia, desde la grandeza de su fe se entrega enteramente a la acción divina, con docilidad ilimitada, desde una entrega total. Por su asentamiento se encarnó en su vientre la Palabra. Su afirmación superó todas las antiguas negaciones de la humanidad.
La respuesta de la Virgen hace de su seno y corazón el definitivo templo de Dios entre los hombres. Ella nos enseña que no se trata de colocar a Dios en un espacio externo. Se trata de ofrecer a Dios un espacio íntimo, cálido y palpitante, un lugar en el corazón. ¡Qué deseos tiene Dios de vivir en estos templos! ¡Cómo busca personas que le abran las puertas del alma, que estén siempre dispuestas a la escucha y la acogida!
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