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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 25. Octubre 2014 - 10:14 Hora
Domingo XXX TO (Ciclo A) "La homilía debe durar 5 minutos, si dura 10 es para vanagloria del predicador y si dura 15 es para el diablo" (Beato Pablo VI)

EXPLICACION DE LAS LECTURAS
1ªL.- Dios está en el grito de todos los que claman por su realización como personas. Mientras haya pobres y oprimidos, hay una permanente acusación puesta en el mundo. El que no ayuda al hombre a realizarse está aún sin salvación.
2ªL.- La evangelización no es ninguna forma de imposición: a la Palabra de Dios se la acoge a pesar de las dificultades de todo tipo que ello trae consigo. Eso sí, esta acogida de la Palabra va también acompañada del gozo del Espíritu: la fe es esencialmente optimista.
Ev.- El amor al prójimo no es "otra cosa" que el amor a Dios, sino la misma. La letra de la ley tiene un espíritu, que se puede definir como amor de Dios y del hombre. No son amores independientes. El primero se manifiesta en el servicio al segundo... Si se ama realmente a Dios, automáticamente se está amando al prójimo, y viceversa, aunque a veces no se tenga plena conciencia de ello.
PARA LLEVARLO A LA VIDA.
Tras veintiún siglos los cristianos nos hemos ido acumulando normas, leyes y prescripciones que pueden desenfocar lo único que importa: el amor a Dios y al prójimo. El Evangelio de hoy es una invitación a revisar nuestra jerarquía de valores morales.
Aquel letrado fariseo pregunta a Jesús por un tema controvertido en las escuelas teológicas de entonces. La mayoría de los maestros opinaban que el mandamiento más importante era la observancia del sábado. El quiere conocer la opinión de Jesús. El Señor le responde con dos mandamientos, cuando en realidad le han preguntado por uno. Citando dos pasajes de la ley mosaica: amor a Dios (Dt 6,4-5) y al prójimo (Lv 19,18).
-Quien de verdad ama a Dios, ama todo lo que Dios es y todo lo que Dios ama. Hemos perdido el sentido de este mandamiento. Nos preocupan más las formas, lo externo.
-"El segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Lo añade sin que se lo hayan preguntado. Es imposible cumplir el primero sin el segundo. La comprobación de nuestro amor a Dios consiste en el amor al prójimo. En Dios está todo inmerso de tal manera que quien le ama a él acepta y ama toda la realidad que existe. No son dos amores.
Sólo existe un mandamiento cristiano que resume a todos: el mandamiento del amor. En la medida que amamos al prójimo como Dios nos ama, lo cumplimos. Y en la Eucaristía lo celebramos. A esto estamos llamados los cristianos: a vivir en el amor, de modo que penetre todas nuestras actitudes y relaciones humanas. Cambiar nuestro corazón de piedra por uno de carne, el hombre viejo por un hombre nuevo.
La Palabra de Dios nos llama continuamente a un amor especial hacia los más débiles. Nuestra moral anda preocupada por la sexualidad; y descuida la gran preocupación de la Biblia:la justicia y el amor al débil... ¿Cómo vivimos aquí en el amor?

Sábado, 18. Octubre 2014 - 15:59 Hora
Domingo XXIX TO (Ciclo A)

EXPLICACION DE LAS LECTURAS
1ªL.- El profeta exílico descubre rasgos de mesianismo en las acciones del poderoso rey que decide la historia de su momento; aunque él no conozca a Dios, el profeta le llama su «ungido». Dios si que le conoce a él y se da a conocer en el movimiento unitivo del mundo, que Ciro promueve. Israel que va a tener liberación en ese acontecer es alertado a ver en ello la mano del Dios que salva.
2ªL.- En el saludo de S Pablo a la comunidad se recuerda que la proclamación del Evangelio no se realiza solamente con palabras, sino con fuerza del Espíritu y convicción profunda. De aquí que la fe sea activa, el amor operante y esforzado, y la esperanza perseverante.
Ev.- Jesús no pierde ocasión de enseñar (incluso cuando la intención de la pregunta es capciosa) y no deja de invitar a mirar a lo fundamental. Cuando el César pide lo de Dios, a saber la absoluta sumisión a su poder por encima de los derechos inalienables del hombre, entonces será la Iglesia, iluminada por el Espíritu, la que definirá lo que es de Dios y se lo negará resueltamente al César, cualquiera que sea.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
En la sentencia evangélica "dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" se expresa una jerarquía que regula los compromisos de los hombres. Los ciudadanos de un Estado tienen deberes para con la autoridad que gobierna, pero Jesús invita a considerar que existen otros deberes que tener en cuenta: Dios. El poder político no puede ser un universo cerrado hay que abrir el universo a al absoluto que revele. Dios tiene sus derechos, a los que hay que atender tanto como a los del poder terreno.
Somos de Dios, a él le pertenecemos llevamos impresa su imagen (tanto o más que el código genético heredado de nuestros padres biológicos) y hemos de proceder a sus semejanza. Según la fe, la dignidad de la persona humana hombre y sus derechos es sagrada. Toda cultura considera una grave profanación el maltrato a la imagen de sus dioses.
Pues bien, cada mujer y hombre llevan en su corazón la imagen de Dios. Y hoy, domingo mundial de la propagación de la fe, lo recordamos como una urgencia: que todos los hombres reconozcan a imagen de quien están hechos y cual es su misión y destino.
El cristiano no puede separar su vida humana de su vida de fe. Ha de dar lo que le corresponde: en el dominio del César y en el de Dios; debe ser integralmente un justo. Sólo así podrá celebrar con los hermanos la muerte y la resurrección del Justo. En la Eucaristía devolvemos a Dios aquello que es suyo: cada uno de nosotros, toda nuestra vida.

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