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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Domingo, 25. Enero 2015 - 11:08 Hora
III Domingo del TO (Ciclo B)

EXPLICACION DE LAS LECTURAS
1ªL.- Nínive, la capital de los asirios, es para el pueblo bíblico personificación del mal. Un profeta recibe encargo de llevar allí el ultimátum a la conversión. Para sorpresa suya y para abrir los ojos de Israel, al que el mensaje se dirige, Nínive se convierte, y Dios lo perdona, igual que a su propio pueblo. Es una sorprendente revelación de una misericordia sin fronteras, y de que el pueblo de Dios es la humanidad «perdida».
2ªL.- Pablo no quiere decir que vivamos en el mundo con la apatía de los estoicos sino que pongamos cada cosa en su sitio y, por encima de todas, el reinado de Dios Los cristianos han de ser hombres comprometidos en las preocupaciones de este mundo, pero sin hacer de ellas un absoluto. Los cristianos están presentes en todas las actividades humanas, pero siempre «como si no ... ».
Ev.- Juan Bta anunciaba la llegada de uno que nos introduciría en una situación nueva. El tiempo está ya maduro. Con Jesús ha hecho irrupción el tiempo final. Un tiempo en el que son posibles un nuevo modo de ser y de vivir. La llamada de Pedro, Andrés, Santiago y Juan es a testimoniar una nueva forma de vivir que extraiga a los hombres del mar del egoísmo individual
PARA LLEVARLO A LA VIDA
Las lecturas de hoy nos urgen a conversión. Convertirse significa cambiar de raíz, cambiar de forma de pensar y actuar, y comenzar a vivir desde que es Cristo."El momento es apremiante". Somos interpelados dejar en segundo plano todo lo inmediato y a abandonar lo mezquino y egoísta. A saber buscar el nuevo modo de la generosidad, de la gratitud, de la serenidad en la alegría, del servicio que se hace donación, de la reconciliación que crea fraternidad. El que ha descubierto la importancia del Evangelio y se ha convertido al reinado de Dios, no puede instalarse ya en este mundo.
No es posible la conversión mientras no se dé una sincera confrontación entre la vida concreta y el Evangelio. El cristiano se decide a la conversión cuando, humildemente, se deja interpelar, no para un cambio accidental sino para una transformación vital capaz de dar al traste con los modos de pensar y de obrar mundanos. Se puede ser cristiano por el bautismo recibido, por una tradición familiar o social, por práctica religiosa, por un deseo vago de ser bueno, por un temor al más allá. Pero el Evangelio puede quedar muy lejos. Recordemos que no existe fe sincera sin compromiso. Que no hay eucaristía verdadera sin caridad. Sólo la fidelidad al espíritu del Maestro es lo que nos hace cristianos.
La llamada está ahí: Venid conmigo. De nosotros depende dejar inmediatamente las redes y seguirle. "Venid conmigo". Es la invitación que se nos hace y hay que atender. Estar cada día cerca de Jesús. Ver lo que Jesús hace. Escuchar lo que Jesús dice. Dejarse cautivar por Jesús. Porque después de estar con Cristo el corazón se ensancha y llega hasta los confines del mundo y comienza una amistad universal que es un signo de contradicción.
Nuestra principal tarea como creyentes al igual que Jesús y Jonás, es ayudar a todas las Nínives de nuestro tiempo a descubrir la Buena Noticia y la misericordia de Dios. Con valentía y confianza, sabiendo que Dios está muy por encima de nuestros temores y expectativas.

Domingo, 18. Enero 2015 - 11:02 Hora
II Domingo del TO (Ciclo B)

EXPLICACION DE LAS LECTURAS
1ªL.- Samuel fue portador de la palabra en un momento de crisis de su pueblo: el de la adaptación a una nueva existencia. Era un hombre de Dios, y su pueblo lo reconoció como testigo. No buscó él la palabra, sino que la palabra lo buscó a él, y lo encontró abierto, receptivo, vigilante. Por eso fue su mensajero.
2ªL.- El cuerpo cristiano está consagrado al Señor; por eso comerciar con él es un doble pecado: contra la dignidad humana y contra la representación divina. Esto tendría que aplicarse a todo tipo de explotación humana.
Ev. -La vocación de los primeros discípulos es la resultante del testimonio dado por Juan, los dos hombres se ponen en camino de búsqueda.
Jesús, ante aquella voluntad abierta "se vuelve" hacia ellos y les ayuda a profundizar aquello que andan buscando. La respuesta de los seguidores es: "¿Dónde vives? ¿dónde se te puede hallar? ¿qué hay que hacer para estar contigo?".
PARA LLEVARLO A LA VIDA
¿Qué buscáis? Son las primeras palabras que Jesús pronuncia en el evangelio de Juan; van al fondo y tocan nuestra vida. ¿Qué buscáis? Su pregunta es válida para los hombres de todas las épocas y lugares. Jesús quiere saber el objetivo que perseguimos porque hay motivos muy diversos para seguir a Jesús. Les pregunta lo que esperan de El y lo que creen que El puede darles.
¿Qué es lo que buscamos exactamente? todos los hombres buscan, sin saberlo, la misma cosa: la felicidad, la alegría, el amor.
"¿Dónde vives?" expresa el deseo y la necesidad del hombre de estar con Dios, de buscar una plenitud. Encuentra su respuesta en la invitación de Jesús: "Venid y lo veréis". Jesús les invita a ver por ellos mismos, a experimentar la convivencia con El. Es en esta convivencia donde han de encontrar la respuesta a su búsqueda. El que quiera ser discípulo de Jesús tiene que ahondar en sus sentimientos e ilusiones, en su persona. Ser discípulo de Jesús significa hacer la experiencia de estar con El compartiendo su vida.
Hablamos de crisis de fe, de vaciedad, de decepcion. Es lógico. ¿Por qué? Por falta de trato.
El evangelio nos anima a tener experiencia de fe, a tratar con intimidad a Jesucristo:: en el silencio, en la agitación, en las personas, en la Eucaristía... "VENID Y LO VERÉIS". Si no vamos, nada veremos. Los que van, ven. No esperemos hechos extraordinarios. Busquemos a Jesús en los sucesos sencillos cotidianos. Es preciso desear y buscar.
La Iglesia ha de ser lugar privilegiado para el encuentro con Jesús. En ella, en la medida en que escuche su palabra, se deje penetrar por su Espíritu y viva de su presencia, los hombres de hoy podrán reconocer a Jesús y todo lo que El significa para nosotros.

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