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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Domingo, 8. Marzo 2015 - 11:49 Hora
III DOMINGO DE CUARESMA (Ciclo B)

EXPLICACION DE LAS LECTURAS
1ªL.- El decálogo es un sumario de preceptos absolutos, reguladores de la relación con Dios y con el hombre. La doble referencia es en él inseparable. Este mínimo sumario se reduce aún mas en la enseñanza de Cristo: amor a Dios y al prójimo. Ese es el espíritu de la ley; lo restante es letra que explicita.
2ªL.- Frente a la concepción judía de la vida basada en la verificación, las señales o a la griega basada en la razón, el saber. La fe cristiana no aparece como una ciencia demostrable sino como una fuerza divina que irrumpe en la planificación humana y la desconcierta y desbarata.
Ev.- El relato de la purificación del templo nos introduce en la significación sacerdotal de la misión de Cristo: el nuevo Templo es la humanidad de Cristo, nueva casa del Padre, lugar del sacrificio perfecto y fuente abundante de bendiciones. No se trata de purificar el culto reintegrándolo a su razón de ser, ni de abrirlo a las naciones, sino de situar el nuevo culto bajo la acción del Espíritu "que mora" en el hombre de forma absolutamente nueva en Cristo.
PARA LLEVARLO A LA VIDA.
Los cambistas trocaban las monedas corrientes por la moneda sagrada, con la que se pagaba el tributo del Templo. El Evangelio es eterno, y no es menos actual para nosotros que para aquel tiempo. Cuidemonos de no repetir hoy este mercadeo sacro, cambiando aquellas palomas por velas o imágenes, las ofrendas por cepillos, etc. Todo ello no son mas que mediaciones que dejan una gran distancia entre el culto y la vida y pueden conducir a la hipocresía.
Jesús proclama hoy que hay un camino para dar culto autentico a Dios, que no es un rito o un objeto sino su persona que culmina en la entrega la muerte y la resurrección.
La persona de Jesús es el único camino de acercamiento a Dios. Reconocerlo implica esfuerzo por convertir la propia vida en una imagen suya. Los cristianos en sus orígenes no tenían templos y eran conscientes de que ellos mismos constituían la iglesia: la comunidad de creyentes, era la casa de Dios. Hoy los cristianos tenemos demasiados templos, a los que llamamos indebidamente "iglesias" y "casa de Dios", cuando no son más que casas de la iglesia o casas para el pueblo de Dios. Dios se hace presente cuando lo amamos por encima de todo, cuando esperamos en El, cuando creemos por encima de intereses. Porque Dios se hace presente en el mundo cuando nosotros somos verdadera "casa de Dios", apertura y entrega amorosa al hermano.
“El sabía lo que hay en el interior de cada uno" Jesús conoce perfectamente. Sabe que es más fácil ser religioso que creyente y discípulo; más aún que con frecuencia utilizamos la excusa de ser religiosos para no molestarnos en ser creyente.
Creer y confiar exigen una cierta decisión y firmeza, sin que sean posibles el ánimo veleidoso, la pusilanimidad ni el miedo, la falta de confianza ni la lealtad a medias. Lo que Jesús conoce a las claras es precisamente que el hombre es un ser eminentemente inseguro, problemático y mutable, que depende de múltiples influencias internas y exteriores, todo lo que se deja sentir sobre la capacidad para creer sinceramente.
En la fe no se puede aplicar el estilo de la sociedad; no hay privilegios, no hay derechos adquiridos. Ser discípulo de Cristo no es un privilegio para sentirnos superiores, sino un don para ser serviciales. Jesús no busca dejarnos en evidencia, sino que reconozcamos nuestro pecado, cambiemos de vida, que trabajemos por el Reino.
La cuaresma nos prepara para que sepamos que, a pesar de nuestras debilidades, de nuestras hipocresías Dios está con nosotros, y su Hijo da su vida por nosotros, y resucita para que todos sepamos que estamos llamados a la vida.

Lunes, 23. Febrero 2015 - 09:55 Hora
II Domingo de Curesma (ciclo B)

EXPLICACION DE LAS LECTURAS
1ªL.- Abrahán camino del Moria es paradigma de confianza. El gesto de desprenderse de su hijo único, querido, obedeciendo a Dios que se lo pide, expresa la fe plena de quien lo espera todo de él. Retener es inferior modo de posesión a esperar. La confianza se lo devuelve nuevamente regalado. Y en él está ahora la infinitud de la promesa: el pueblo numeroso. La prueba destaca al justo: Al pedirle al hijo Dios parece romper su promesa; el autentico creyente es el que no renuncia al todo esperado por lo inmediato poseído.
2ªL.- Las relaciones entre Dios y el hombre empiezan siempre por la iniciativa de Dios. Dios, en primer lugar, ama al hombre; después, el hombre, si quiere, corresponde al amor de Dios.
Ev.- Marcos indica que la revelación sobre el Hijo y el testimonio sobre él, están estrechamente relacionados con el silencio de la cruz: ven a Jesús "solo con ellos" y se les manda silencio, pues no pueden captar ni testimoniar el misterio de Jesús sin pasar por la pasión y la muerte. La nube es signo de la presencia de Dios. Los discípulos deben escuchar, para después ser sus testigos.
"Este es mi Hijo amado; escuchadlo": la nube y la voz divina explican el misterio de la transfiguración y dan respuesta a los interrogantes de los discípulos. "Estaban asustados” significa miedo, falta de comprensión del acontecimiento. El querer retener la visión para huir de la cruz.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
La Cuaresma implica un esfuerzo personal para aproximarnos más a Jesucristo. La fe es éxodo, salida, fe en el Dios vivo que marcha delante de nosotros, Dios nómada que nos urge a avanzar hacia lo que nos va a mostrar.
La «montaña» es lugar de retiro y de oración; la «transfiguración» es una transformación profunda a partir de la desfiguración; «Moisés y Elías» son las Escrituras; la «tienda» es signo de la visita de Dios, como indica la «nube». El relato es una teofanía con cuatro momentos:
1) La subida, que entraña decisión, esfuerzo, constancia
2)La manifestación de Dios, que simboliza encuentro personal, escucha atenta
3) La misión confiada, que es vocación y tarea
4) El retorno a la tierra, testimonio de la fe en la sociedad.
La Iglesia, ha de examinarse a la luz de este pasaje. Porque podemos caer en la tentación de resistirnos a bajar del monte después de encontrar a Dios. Quedarnos en un cómodo espiritualismo
«Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres chozas». Corremos el peligro de refugiarnos confortablemente en una fe intimista, falta de entrega, ausente. La oración no puede ser una huida.
Sin subir al monte, sin encuentro personal con Dios, todo queda en exigencia moral y orden. Pero sin "bajar del monte", sin llevar el evangelio a la vida podemos caer en un cristianismo desencarnado, despreocupado de hacer presente a Cristo entre los hombres.
Mire cada cual donde Dios le quiere, mire la cruz que vivencia y en que le pide cambiar, descubra el modo de testimoniar el ser discípulo de Cristo y pregone sus enseñanzas entre la gente

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