Miguel P. León Padilla
Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.
Sábado, 17. Octubre 2015 - 17:34 Hora
XXIX Domingo del TO (Ciclo B)
EXPLICACION DE LAS LECTURAS
1ªL.- Este pasaje pertenece al cuarto canto del Siervo de Yavé, en el se nos anuncian cuatro aspectos: a) Los sufrimientos del Siervo de obedecen a los designios de la divina misericordia. b) El Siervo entrega su vida como un sacrificio de expiación, padece en favor de otros. c) Gracias a sus padecimientos se cumplen los planes del Señor y "muchos" alcanzan justicia y salvación por la muerte de "uno". d) Dios restituye a su Siervo y lo devuelve a la vida.
El mensaje del siervo del Señor concentra en sí toda la historia de la salvación, que saca al hombre de servidumbre y le sitúa en vida plena.
2ªL.- Después de anunciar que hemos sido salvados por la mediación sacerdotal de Jesucristo, el autor pasa a exhortarnos a permanecer en la "confesión de la fe". Jesús el Hijo de Dios, se ha hecho uno de nosotros, es Mediador y nuestro sumo sacerdote que nos comprende y se ha hecho solidario con nosotros. En él y por él hemos sido reconciliados con Dios.
Ev.- Jesús, dejando de lado la cuestión de rangos y precedencias en el reino futuro, les enseña cómo deben comportarse en la comunidad: Entre vosotros no debe existir más grandeza que la del servicio. Y ello a imitación de un Maestro cuyo servicio liberó a los hombres del dominio del mal.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
Para hombres el poder es fascinante e irresistible que transforma al que lo detenta en alguien importante al que se le teme; es algo que fácilmente se utiliza en beneficio propio en lugar de en bien de aquéllos sobre los que se ejerce. Es demasiado humano pretender que los otros hagan lo que nos conviene, supeditarlos otros a nuestros planes recurriendo a medios, no siempre honestos: una recomendación, la presión moral, la adulación, el chantaje… todo vale para lograr nuestro objetivo. Poco hemos avanzado, veintiun siglos después, Cristo tendría que decirnos nuevamente a nosotros que no sabemos lo que pedimos y que no hemos sido capaces de imprimir en el mundo el estilo del hombre nuevo que el inauguró.
Jesucristo, conoce bien el corazón del hombre, advierte a los suyos sobre esa nociva tentación que ejerce el poder. Frente a ella les propuso servir en lugar de mandar. La misión de la Iglesia es crear una nueva sensibilidad, ayudar a la humanidad a descubrir formas alternativas de convivencia, hacer espacio a al reino de Dios, desde la conciencia de fraternidad y la vocación de servicio; alumbrar una nueva realidad. Jamás debe adaptarse a las estructuras de este mundo.
La presencia de los cristianos en la comunidad eclesial y civil, en la familia, en la escuela...debe contrastar con los estilos del mundo. No con el poder y desde el poder sino desde el ejercicio del servicio humilde y modesto.
Sábado, 3. Octubre 2015 - 11:11 Hora
XXVII Domingo TO (Ciclo B)
EXPLICACION DE LAS LECTURAS
1ªL.- el hombre no existe para sí mismo, no aguanta estar solo. Para vivir, necesita que exista alguien con quien poder estar frente a frente. Creado a imagen y semejanza de Dios, no puede vivir siendo él solo: lleva injerto en su ser el amor, y sólo en el encuentro y en la relación llegará a ser él mismo
2ªL.- Ante el escándalo que provoca la muerte de Jesús en la cruz el autor de la carta destaca las siguientes afirmaciones de Cristo:
a)Durante su vida en la tierra se anonadó situándose por debajo de los ángeles;
b)Tras su ascensión a los cielos vive coronado de gloria a la diestra de Dios Padre;
c)La pasión y muerte de Jesús fueron condición necesaria de su exaltación como Señor en la gloria;
d)Así como el medio elegido para salvar a los hombres.
Esto obedece al plan de Dios que conviene a Cristo para alcanzar su gloria y a los hombres para llegar a ser hijos de Dios y partícipes de la gloria de Cristo.
Ev.- Jesús es el intérprete autorizado del Antiguo Testamento. Los fariseos hacen una exégesis menguada y parcial.
En el matrimonio, el ideal del Creador es la unión perpetua del hombre y de la mujer. Si de Israel había una legislación sobre el divorcio, era debido a la fragilidad humana. La Iglesia ha concedido -en ciertas circunstancias- la anulación del matrimonio, pero jamás haciendo de ello un ideal, sino una concesión a la fragilidad humana.
Jesús Recuerda la verdadera igualdad de los sexos, prevista por el Génesis, y de ella deduce que Dios no había considerado la indisolubilidad del matrimonio.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
Sin el amor que encanta
la soledad del ermitaño espanta.
Pero es más espantosa todavía
la soledad de dos en compañía (Ramon de Campoamor)
Jesús Recuerda la verdadera igualdad de los sexos, prevista por el Génesis, y de ella deduce que Dios no había considerado la indisolubilidad del matrimonio.
El evangelio de hoy es buena ocasión para recordar a los matrimonios la importancia de su compromiso: conviene recuperar la ilusión de los orígenes, recordar que el amor sigue siendo bendecido por Dios. La relación de amor y unión incondicional de hombre y mujer está condicionada por los defectos, debilidades; es una gran ilusión, pero también dificultades y decepciones. Jesús propone que la llamada de Dios al amor pide poner todo el esfuerzo para reforzar este camino de unión.
El Papa francisco recuerda que : El matrimonio es un trabajo de todos los días, un trabajo de orfebrería. Crecer en humanidad, como hombre y mujer.
El amor es una realización, una realidad que crece, que es como construir una casa. Y la casa se construye juntos, ¡no solos!
Para vivir juntos para siempre es necesario que los cimientos del matrimonio estén asentados sobre roca firme. No construirla sobre la arena de los sentimientos que van y vienen, sino sobre la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios.
Para que un matrimonio sea feliz, no basta con que dure "para siempre. Un matrimonio no tiene éxito sólo si dura, sino si hay calidad”
El matrimonio puede aprender a rezar así: ´Danos hoy nuestro amor de cada día´.
Que la Eucaristía fortalezca el amor que los matrimonios os prometisteis el día de vuestra boda y a todos nos ayude a progresar en el cumplimiento del mandamiento del amor que Jesús nos dio.
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