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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 28. Mayo 2016 - 21:16 Hora
Corpus Christi (Ciclo C)

1ªL.- El rey de Salem-Jerusalén ofrece el pan y el vino de la hospitalidad al que vuelve victorioso. Es también una comida de comunión con él. El sacerdote del Altísimo reconoce y alaba al Dios que dio la victoria a Abrahán; y éste hace suya la alabanza, reconociendo que su Dios es el mismo a quien venera el sacerdote cananeo (Hb 7,1-17).
2ªL.- Es el texto más antiguo referente a la institución de la Eucaristía, escrito hacia el 57, y recoge una tradición venerable que llega hasta Jesús.
La Eucaristía está recordando la muerte del Señor y el gran amor que lo llevó hasta la entrega; y anunciando el retorno del Señor.
Ev.- Jesús, como "redentor" que anuncia el reino y cura a los enfermos, atiende al pueblo con su palabra y con sus obras. El gesto de dar de comer a la gente le presenta como "redentor" que está siempre con los suyos.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
La presencia de Jesús cambia de signo tras la ascensión, se hace presente en el pan y vino que se ofrecen a Dios en la celebración eucarística. Pan y vino, alimentos cotidianos, convertidos en la persona misma de Jesús que se nos entrega en su sacrificio y su victoria sobre el mal y la muerte.
En la Eucaristía Jesús nos incorpora a su cuerpo. Comulgar no es sólo recibir a Cristo en nosotros, sino renovar nuestra pertenencia a la comunidad, para vivir no como egoístas, sino como hermanos, unos al servicio de otros, cada día. Nos urgía con este gesto a sorprender al mundo con la novedad del amor fraterno.
De la Eucaristía brota todo el amor en la Iglesia: superación del egoísmo, del ansia de tener, del dinero como valor fundamental... En ella se descubre la dimensión de fraternidad.
¿Dónde está Cristo? No sólo en el sacramento del altar. El mismo nos ha dicho que tiene rostro de hombre: "Tuve hambre y me disteis de comer, estaba preso y me vinisteis a ver..". Este es un modo de presencia inequívoco. Proclamar la muerte del Señor significa vivir la presencia de Jesús en todos los que continúan su "pasión" en el dolor y en la injusticia permanentes. No podemos comulgar con Cristo sin comulgar también con los hermanos. Ni tiene sentido compartir el Cuerpo de Cristo si nos cerramos totalmente a compartir con el necesitado nuestros bienes. Hoy precisamente se celebra en la iglesia el día de la Caridad.
Ojalá que la fiesta del Corpus Christi, nos ayude a valorar más la grandeza de este sacramento, el maravilloso don de su Cuerpo y de su Sangre para nuestra redención.Que a partir de hoy vivamos con una fe mucho más profunda e intensa, y con mayor conciencia, amor y veneración cada Eucaristía, cada Santa Misa: ¡Gracias mil, Señor, por este maravilloso regalo de tu amor hacia mí!

Sábado, 21. Mayo 2016 - 14:45 Hora
Santisima Trinidad (Ciclo C)

1ªL.- Los sabios de la Biblia reflexionaron sobre el sentido de la realidad e intuyeron en su raíz un proyecto deliberado, la sabiduría divina. Está con Dios antes de que nada existiera. Sirvió para hablar del creador presente en todo. Se descubre en la realidad, y remite a ella para ofrecerse como explicación
2ªL.- La justificación es un proceso a dos tiempos: el paso del pecado a la justicia; y el paso de la muerte a la vida. Si el primer tiempo se realiza ya en nuestras comunidades cristianas, estemos seguros de que el paso de la muerte a la resurrección coronará la obra del Espíritu en nosotros.
Ev.- Jesús recuerda a sus discípulos que aún no les ha dicho todo. El Padre por medio del Espíritu de su Hijo resucitado seguirá animando a la comunidad y le seguirá mostrando el camino.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
El Espíritu hará que a lo largo de los siglos el proyecto del Padre manifestado en su Hijo Jesucristo llegue a su consumación. Nos desvela el misterio intimo de Dios, su entraña, su ser: es Trino. A Dios no se le puede entender como un ser solitario y egoísta sino como una comunidad original que vivifica a la comunidad universal. La soledad, el aislamiento, el desamor, la desunión o el odio, no forman parte del proyecto de Dios, sino que son un retroceso.
Celebrar la solemnidad de la Santísima Trinidad es celebrar que Dios es comunidad. Es la comunidad originaria. Es la originalidad comunitariedad por lo que todo lo que existe tiende a la unión, a la comunión. Conforme más avanzamos, conforme más evolucionamos y maduramos, más nos co-unimos. Como decía Teilhard de Chardin: "todo lo que asciende, converge".
La fiesta de la Trinidad nos invita a contemplar la totalidad desde este prisma de la originalidad misma de Dios: la comunión fontal, original, totalizante, y finalizadora, de todo lo que existe. Si nos insertamos en esa corriente, estamos en la corriente de Dios mismo y vivimos ya la vida futura.
La Trinidad es "la vida de Dios hacia adentro". Y esa Vida-comunión de Dios, se desborda, derrama de su plenitud, y se muestra como el Proyecto del Reino. El Reino es "la vida de Dios hacia afuera": la Trinidad misma invadiendo con su Vida la vida, la historia, el mundo, el cosmos... Y "celebrarlo en Iglesia-comunidad", supone el compromiso de "hacer del mundo una comunidad". La gloria de Dios que el ser humano, que la Creación toda, viva, que la comunión se amplíe, que lleguemos a la comunión total.

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