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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Viernes, 4. Noviembre 2016 - 11:35 Hora
XXXII Domingo del TO (Ciclo C)

1ªL.- La verdadera vida es la que se remite a la fuente. Está por encima de la vicisitud del morir físico y de todas las injusticias de que pueda ser víctima. Sabe lo que es esa vida quien al ser asesinado no sesiente morir, sino seguir viviendo en la infinita amistad por la que muere.
2ªL.- «La fe no es de todos»: el intento de someter a la fe a sociedades completas no es evangélico. Hemos de pasar de un cristianismo convencional a un cristianismo opcional.
Ev.- Jesús responde a los saduceos recurriendo al libro del Éxodo. con una argumentación rabínica, sutil, la expresión "Yo soy Dios de Abrahán...". Y no: "yo era" por tanto, Abrahán, Isaac y Jacob tienen a Yahvé, están vivos. Dios es Dios de vivos, no de muertos.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
Este fragmento de evangelio, presenta una objeción típica que utilizaban los saduceos en sus controversias con los fariseos, que creían en la resurrección.
Jesús resuelve la dificultad y denuncia la ignorancia de sus adversarios sobre la Sagrada Escritura. En los sagrados libros no se dice nunca que la existencia de los resucitados sea igual que la vida terrena ni que no puedan tener cuerpo sexuado. Sólo se quiere excluir la necesidad de la procreación y afirmar la libertad de todas las necesidades a las que se ven sometidos los hombres en la tierra.
Resuelta la dificultad, Jesús ofrece un argumento positivo en favor de la Resurrección. Procediendo según la costumbre rabínica se apoya en Ex 3. 6 Hay en el A.T. textos más explícitos que hablan de la resurrección, pero prefiere éste por ser del Pentateuco, que era la única autoridad doctrinal aceptada por los saduceos.
La fuerza del argumento está en que la Palabra de Dios con todas sus promesas a los patriarcas no valdría nada si Dios no les salvara de la muerte. Si Dios salva, Dios es un Dios de vivos y no de muertos. si la base de la vida está en Dios y no en el hombre, nuestro conocimiento y experiencia de la vida son sólo aproximativos y analógicos. Sigue siendo un misterio. No pretendemos imaginar cómo es el más allá. Pero creemos a Cristo Jesús, el Maestro que Dios nos ha enviado, que nos asegura que los que se incorporan a él, vivirán para siempre. Ahí radica nuestra fuerza. La fe en la vida a la que Dios nos destina, tal como nos ha asegurado Jesús, es la que ha dado luz y fuerza a tantos millones de personas a lo largo de la historia, y la que también a nosotros nos ayuda en nuestra vida de fidelidad humana y cristiana

Viernes, 28. Octubre 2016 - 08:14 Hora
XXXI Domingo TO (Ciclo C)


1ªL.- La mirada del sabio lo ve todo con amor y lo encuentra transparente. El mismo mal le remite a la misericordia. El amor de Dios ofrece a lo malogrado la oportunidad de rehacerse. El impulso que toda creatura lleva dentro para realizarse apunta a la fuente de la.
2ªL.- Pablo advierte sobre una falsa carta que intranquiliza a la gente. Los de Tesalónica pudieron creer que el fin era inmediato. Cuando la visión de la fe es dudosa se comienza con tremendismos. El apóstol deja ver su posición sobre la venida del Señor que es gloria, esperanza, cumplimiento y gozo.
Ev.- "Hoy ha sido la salvación de esta casa". Zaqueo ha dado a su familia lo mejor que puede darle, el sentido de la justicia, la honradez humana. La salvación cristiana implica unas consecuencias sociales y económicas. Zaqueo ha perdido dinero; pero ha encontrado la justicia (restitución) y el amor (reparte sus bienes).Aunque sus hijos han salido económicamente perjudicados, les ha dejado la mejor de todas las herencias.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
Israel reconoce a Dios por experiencia como "Amigo de la vida", que tiene misericordia de nosotros y nos induce a la conversión, nos arranca de la miseria y nos mantiene en la vida. Como "Amigo de la vida", toma en serio nuestro mal. El pecado precipita a la muerte. Por eso la conversión y la fe evitan el riesgo de la muerte.
La conversión comienza por el cambio de mentalidad, al cual sigue un comportamiento también en consecuencia. "El hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido". No he venido a llamar a justos, sino a pecadores". Examinemos cuidadosamente si nos creemos "justos". En este caso Cristo no ha venido para nosotros. Si queremos que venga a vuestro encuentro, reconozcamos que somos pecadores.
Hay que sentirse pequeño de estatura para descubrir a Jesús, y conseguir que se descubra a nosotros. Todos querían ver a Jesús, pero un hombre tenía más ganas que cualquier otro: Zaqueo. Y hace un esfuerzo, sale de la masa encaramándose a un árbol.
Pero ¿quién de nosotros ha descubierto a Jc. como salvador personal? ¿Quién hace un esfuerzo para subirse a lo altozanos que hay en la Iglesia, para descubrir personalmente al Salvador?
La conversión es la respuesta a la Buena Noticia, lo mismo que la fe. Es una respuesta gozosa. Zaqueo hace lo que debe y responde gozosamente al evangelio. Su decisión se enmarca en una comida de fiesta, en la que ha invitado a Jesús. Fue como una eucaristía (toda eucaristía es un banquete en el que Jesús, se sienta a comer con los pecadores).
Es una fiesta de reconciliación. No sólo de los hombres con Dios por medio de J.C., su enviado, sino también de todos los hombres en J.C. Si la fracción del pan es el símbolo del amor y de la convivencia fraterna, el vino es el símbolo de la fiesta que celebra dicha convivencia. Si el pan es la vida compartida, el vino es la abundancia de la vida que Jesús ha venido a traer a la tierra.

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