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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 24. Diciembre 2016 - 09:05 Hora
Natividad del Señor (Misa del día)

1ªL.- Sobre fondo de desconsuelo y servidumbre, con la nación en ruinas, el profeta consolador pone voz a la esperanza. Anuncia la victoria y el reinado de Dios. Es tan real, que ya ve por camino al mensajero de la buena noticia y a los vigías de la ciudad gritando su anuncio que llena la tierra.
2ªL.- En tiempos pasados Dios difundió su revelación valiéndose de los distintos profetas y patriarcas del AT. Pero en Cristo se nos ha revelado por completo, ha pronunciado su Palabra definitiva
Ev.- "La palabra se hizo carne", es la afirmación rotunda del misterio de la encarnación; Dios tiene rostro humano. Es un ser cercano a los hombres.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
En el prólogo de su evangelio, Juan nos presenta realidades elementales: palabra, vida, luz. Tres experiencias que hacen al hombre y sin las que el hombre es impensable. Tres experiencias que nos transportan al inicio al Génesis ("En el principio" . Dios crea un interlocutor (el hombre concreto, tú y yo), con quien entabla un diálogo iluminador. Dios no es un ser lejano. Nos ha dirigido su Palabra. No es nuestro Dios mudo y lejano, es cercano y que nos habla y su Palabra se llama Jesús. Y desde entonces siempre es Navidad porque siempre está esa Palabra de Dios dirigida vitalmente a nosotros, en señal de amistad y de alianza.
Desde el momento de la venida del Hijo al mundo en la debilidad de la "carne", realiza la presencia de Dios entre los hombres. El cuerpo de Jesús se convierte, por su muerte y su resurreción, en el templo de la presencia de Dios. Este es el misterio de la Navidad que hoy nos recuerda la liturgia y vuelve a llenarnos de alegría. Una palabra hecha persona, que es el Hijo mismo de Dios y por el cual Dios nos acepta también a nosotros como hijos. ¡Nacidos de Dios!
Cristo es la verdad y la vida de Dios hecha carne. Ama, cura, perdona. Vive y sufre como un hombre entre los hombres. Todos pueden verlo y oírlo. Todos pueden creer en él, ver su luz, beber su agua, comer su pan, participar de su plenitud de gracia y de verdad. Proclama la misericordia y fidelidad de Dios, su gracia. Dios no actúa mediante favores pasajeros y limitados, sino con el don permanente y total del Hijo hecho hombre.
Que no se pueda decir de nosotros lo que Juan ha dicho de los judíos: "al mudo vino y el mudo no le conoció; vino a su casa y los suyos no le recibieron". Porque desgraciadamente el hombre (tú y yo) rechaza la Palabra y se hace tiniebla, angustia, ser para la muerte, absurdo radical. Pero a los que creen en su nombre les da el poder de hacerse hijos de Dios, a los perdidos, a los humildes... Los que perciban la luz en la obscuridad de la espesa noche, los que escuchan la Palabra en el silencio de una fe incesantemente zarandeada. A ese grupo minúsculo de pescadores de Galilea y a los últimos presentes al pie de la cruz! ¡Les dio el poder de hacerse hijos de Dios! A los que se abren a la fe y le reconocen como Salvador
Por este Jesús, el Salvador, el mundo tiene esperanza. El futuro es siempre más prometedor que el presente. Porque él es para siempre, y sin retractación posible,. Dios con nosotros. Acojamos a Cristo, el Hijo de Dios y Hermano nuestro.

Sábado, 17. Diciembre 2016 - 11:15 Hora
IV Domingo de Adviento (Ciclo A)

1ªL.- El profeta recuerda que Dios salva y ofrece signos de ello al que se torna a él. La carencia de fe rehúsa el signo. Pero el signo se da y lleva la atención hacia lo que significa. La joven mujer del rey va a dar a luz un niño; éste confirma la promesa davídica. Significa, en efecto, Dios-con-nosotros
2ªL.- Pablo afirma que el Evangelio de Dios es el que ya anunciaron los profetas como Promesa; pero ahora es Buena Noticia, pues las promesas se han cumplido en Jesucristo.
Ev.- José se ve en la presencia de lo divino y reacciona como reaccionan ante la presencia de lo divino todos los "justos" en la Biblia: se siente indigno, pecador, y busca la manera de actuar y retirarse sin hacer daño a María. Pero, en cuanto conoce la voluntad de Dios sobre él, la cumple.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
Este evangelio no pretende interesarnos en unas zozobras psicológicas de José sino que pretende revelarnos cómo se han cumplido los designios de Dios. Las palabras del ángel desvelan que `ciertamente', la criatura que hay en María viene del Espiritu Santo. José que es justo y bueno, se siente obligado a retirarse; no tiene derecho a retener a María como suya porque Dios ha tomado posesión de ella; y el angel le desvela que Dios quiere contar con él: “no tengas reparo en llevarte a María por esposa” porque' tienes la misión de darle nombre".
Y, en cuanto conoce la voluntad de Dios sobre él, la cumple. Aceptando ser el esposo de María y dando nombre al hijo que a ésta le nazca garantiza a la criatura una ascendencia legal que lo entronca con David y Abrahán. José se fió de Dios Vive dentro de sus planes y, cumpliendo su voluntad divina, es instrumento y objeto de su amor.
José es modelo de acogida de la Palabra de Dios, obediente desde su vida de cada día a la misión que Dios le ha confiado.
En la Navidad celebramos un acontecimiento siempre nuevo: Dios que se hace Dios-con-nosotros. Es la prueba más grande de su amor. Podía habernos salvado sólo con su palabra o alguno de sus mensajeros. Podía haberse acercado a nosotros, como de paso. Y no fue así. Nos regaló «su tiempo» y su amistad, vino a nosotros como Salvador y amigo para quedarse definitivamente en nuestra casa.
El recuerdo de José nos ayudará a que esta fiesta no la celebremos con superficialidad, no esté hueca: Navidad sin Jesús. Sino que gozosamente celebramos que Dios se ha hecho de nuestra familia, que ilumina toda nuestra existencia, y que nos pide una acogida de fe y de amor.

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