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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Viernes, 14. Abril 2017 - 14:34 Hora
Solemnidad de San José


La discreta figura de San José encierra un profundo significado. Personifica al cristiano corriente, el que vivencia su fe en medio de las contrariedades cotidianas, aquel que con sencillez realiza el seguimiento de Jesús. Es el patrono de la Iglesia doméstica, de aquella cuyo altar esta en el hogar y el taller como espacio privilegiado de ofrenda y sacrificio. Representa a la "buena gente" que madruga y se afana, que se gana el sustento con esfuerzo y que honradamente trata de conducir a su familia por los caminos del bien y la honestidad.
Bajo su mirada atenta y su palabra sentenciosa creció y se formó el Jesús humano. Es fácil deducir que su peculiar relación con José, a quien ante los hombres llamaba papá, le sirvió para adentrar cuanto los humanos expresamos al decir “Padre”. Y que cuando Jesús apela a Dios como Abba: "papito"; esas balbucientes sílabas propias de un rorro –por divino que a un tiempo fuera- las dirigió por vez primera (en este mundo) a José, el hombre bueno y justo.
Es difícil no encontrar en él un rasgo que nos identifique con él y nos ayude a vivir el evangelio. José es modelo de entrega a los planes de Dios. Modelo de esposo que cela siempre por el bien de la esposa y sabe procurar siempre su bienestar y felicidad. José modelo de hombre religioso y obediente que deja de lado sus intereses o criterios y secunda las inspiraciones divinas. Es modelo de padre que sabe callar antes de hablar acalorado o bajo la tensión del momento; modelo de trabajador honesto y cumplidor. José modelo de bondad que sabe poner en segundo plano sus derechos para defender la justicia… ¡Contemplemosle y aprendamos de su silencio fecundo!
la Iglesia nos invita hoy a poner el pensamiento y nuestra ofrenda en nuestro Seminario. Toda la comunidad cristiana ha de saberse responsable de la falta de vocaciones.
Duele que en los hogares cristianos no es que no se cultive la vocación sino que se sofoca. A menudo comprobamos que el mundo ha vuelto la espalda a Dios... Pero ¿Y nosotros?
Que imitando a S. José en tu hogar, en el trabajo, entre los tuyos suscites el interrogante sobre los verdaderos valores de la vida y la fuente de la felicidad ¡Esa es la mejor pastoral vocacional! El testimonio de una vida lograda, plena, de una vida buena.

Viernes, 14. Abril 2017 - 14:30 Hora
IV Domingo de Cuaresma (Ciclo A)



1ªL.-El profeta Samuel es enviado a ungir al nuevo rey. Al ver a Eliab, Samuel cree que ya ha encontrado al que debe ungir. Pero el Señor no ha escogido a un hombre "de buena estatura", sino al más joven, el hijo pequeño de Jesé, que estaba guardando el rebaño. La imagen del pastor para designar la misión del rey de Israel y la del Señor. El Señor, no se fija en las apariencias, sino en el fondo del corazón.
2ªL.- Pablo se dirige a los cristianos de Efeso que proceden del mundo pagano. Estos hombres han encontrado en Cristo "la luz del mundo" . Ahora tienen el deber de iluminar a cuantos todavía permanecen en las tinieblas. Llama "tinieblas" al pecado y a la ignorancia acerca de Dios, y "luz" a la presencia de Dios. El hombre se define por sus obras, el que comete pecado es tinieblas y el que hace la justicia es luz. Pablo espera que los fieles brillen en el mundo con el testimonio de las obras.

Evangelio. Se narra de forma alegórica el proceso de la fe.
Juan describe la retahíla de interrogantes que suscita la acción de Cristo: ¿Quién es ése? ¿Qué ha hecho? ¿Dónde está? ¿Quién es? Y tú, ¿qué dices de él? ¡Ese hombre no viene de Dios! Pero, ¿cómo puede hacer signos semejantes? ¿Eres tú discípulo de ese hombre?

Al principio, todos ciegos. Al final, uno curado y muchos ciegos. (...) El ciego sale de la noche: "¡Creo en ti Señor!". Los judíos se sumergen en la noche: "Ese Jesús es un pecador".
¡Un ciego que no se deja asustar por los que "saben", ¡Desde el nacimiento eres pecador! Ellos dicen "nosotros sabemos", y se ciegan a sí mismos. Él responde: "Yo no sé nada", y surge en él la luz; por ello primero dice: "el hombre"; luego: "viene de Dios"; y por último: "¡Señor!". El ciego "ve" y los fariseos lo miran sin verlo.

PARA LLEVARLO A LA VIDA

Sólo la luz de la fe nos permite ver bien. Antes eramos ciegos y ahora vemos... En nuestro bautismo, Jesús hizo nacer dentro de nosotros la luz nuestros padres y padrinos encendieron, por nosotros, una llama del cirio pascual que era signo de la luz que Jesucristo ha prendido en nosotros. Esta llama debe iluminar nuestra vida. Debemos Caminar como hijos de la luz. San Pablo nos lo ha recordado en la segunda lectura: " en otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz. Toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz".
La Cuaresma es llamada a revisar nuestra vocación cristiana, para ver cuanto hay de bondad, justicia y verdad en nuestras vidas; para poder así celebrar con sinceridad en la noche de Pascua, la renovación de nuestro bautismo.

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