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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Miércoles, 1. Noviembre 2017 - 11:25 Hora
Solemnidad de todos los santos

1ªL.- el final de la historia (escatología) no puede ser descrita por ninguna palabra humana por eso los textos bíblicos que la describen recurren a visiones, imágenes simbólicas, etc., (apocalíptica). La Jerusalén celeste, la nueva sociedad de salvados, inaugura el reinado de Dios.
2ªL.- Aunque la filiación divina es ya una realidad, aún es una realidad escondida. Ni los mismos hijos de Dios alcanzan a entender lo que realmente son. Cuando se manifieste plenamente se sorprenderán y verán que son semejantes a Dios. El amor de Dios nos transforma
Ev.- Las bienaventuranzas expresan la voluntad decidida de transformar la realidad. Jesús habla de hombres y mujeres activos que, frente a situaciones concretas injustas, adoptan actitudes positivas.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
Lo que significó el monte Sinaí y los diez mandamientos para el pueblo judío, es lo que significa las ocho bienaventuranzas para los discípulos de Jesús: la constitución del nuevo pueblo de Dios,
Jesús quiere dar un sentido nuevo, desde la esperanza, a situaciones de persecución, incomprensión y rechazo a causa del bien y de defender la justicia.
Llama bienaventurados no a los pobres a su pesar, ni a quienes sufren persecución por su maldad, ni a quienes son pacíficos, porqueles faltan ánimos o caracter. No. Jesús llama bienaventurados a quienes se deciden a transformar la sociedad, y no dudan en perder dinero o soportar humillaciones, en asumir la persecución... con tal de lograr el bien. A ellos, Jesús los llama bienaventurados, no por lo que sufran, sino por cómo son capaces de vivir su sufrimiento o su pobreza, etc. Son dichosos en la esperanza, que dota de felicidad a todo aquello que, desde otra óptica, el mundo llama desgracia y fracaso. Para Cristo es bienaventurado el que trabaja por el Reino, el que vive de tal manera su amor que le lleva a hacerse pobre con el pobre, a sufrir con quien sufre, a padecer persecución, a vivir y hasta morir al estilo del propio Jesucristo.
Cristo, abre la lista de los que por el Reino se hicieron pobres y mansos, pacíficos y sufrientes. Desde Jesucristo quien se esfuerza por construir el Reino de Dios: los sufrimientos, sin dejar de ser sufrimiento, o la pobreza o la lucha por lo justo… tienen un sentido nuevo y se viven de una forma distinta.
En la medida en que nos vayamos identificando con Jesucristo y trabajemos por construir su Reino, nos iremos desprendiendo de bienes superfluos para aliviar las necesidades de los hermanos y cada vez más sensibles ante los sufriremos de la humanidad llorando con quien llora, nos dolerán las injusticias las desigualdades, comprometiéndonos en edificar un mundo distinto aunque ello nos acarree persecuciones y calumnias. Y ello no nos hará ni infelices sino bienaventurados, porque el Reino nos pertenecerá. Así lo vivieron los santos, así hemos de vivirlo nosotros configurados con Cristo

¡Felicidades, hoy es tu santo!

Porque todos somos santos para Dios.
Santo es el que ama,
santo es el que gasta su tiempo en los demás,
santo es el alegre y divertido, por cariño,
santo es el que pone sus preocupaciones en Dios,
santo es el que vive atento al hermano,
santo es el que llora con quien sufre,
santo es el que regala los detalles,
santo es el que facilita una larca,
santo es el que libera de una culpa,
santo es el que cura un resentimiento,
santo es el que alivia el peso al compañero,
santo es el que regala su ternura y dice el amor,
santo es el que no tiene nada suyo,
santo es el que actúa ecológicamente,
santo es el que exprime la vida con pasión,
santo es el que no se deja abatir por los problemas,
santo es el que rezuma misericordia,
santo es el que trabaja por conseguir justicia,
santo es el que acoge al que está caído,
santo es el que acompaña al desvalido,
santo es el que festeja la vida con la gente,
santo es el que adivina lo que necesita el otro,
santo es el que descansa al preocupado,
santo es el que facilita la elaboración de un duelo,
santo es el que acaricia la vida del hermano,
santo es el que tiene una casa abierta y mesa puesta,
santo es el que sabe vivir en amistad,
santo es el que disculpa a todo el mundo,
santo es el que libera de todo resentimiento,
santo es el que te hace encontrar a Dios,
santo es el que todo esto lo vive en compañía de Dios.
¿Tú eres santo? ¡Felicidades!
porque regalarás felicidad.

Sábado, 14. Octubre 2017 - 16:57 Hora
XXVIII Domingo del TO (Ciclo A)

1ªL.- La visión profética de la salvación escatológica -total y definitiva- la describe el profeta como un banquete, ofrecido a todos los pueblos en Sión. Y los oyentes aprenden que la salvación no es completa, si no es universal.
2ªL.- Pablo se alegra del buen espíritu de colaboración de los filipenses en los trabajos de evangelización. Pero no "da gracias" a los que le habían ayudado con su dinero sino que sólo es justo y necesario "dar gracias" a Dios. Poniendo de relieve su total disponibilidad y adaptación a las distintas circunstancias de la vida para poder predicar el evangelio.
Ev.- La intención de la parábola es reprochar a los sumos sacerdotes, senadores y fariseos que han rechazado la invitación de Jesús a entrar en el Reino de Dios; por eso él predica el Evangelio a los pobres, los publicanos y pecadores: Vosotros sois como los primeros invitados que no quisieron acudir al banquete, os habéis autoexcluido del banquete que Dio.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
La situación que se ha creado con el advenimiento del Reino en la persona de Jesús. Antes de él con las reiteradas invitaciones, habían sido convidados (llamados) los israelitas. Con el:"Todo está a punto. Venid a la boda" se refiere a la predicación del Evangelio: "Está cerca el Reino de los cielos: convertíos"
El vestido de fiesta quiere insinuar que para pertenecer al Reino de Dios hay que poner algo de nuestra parte. Los discípulos han de revestirse de una vida que esté en consonancia con el llamamiento recibido. Vestíos de justicia y santidad. La conversión que predica Jesús es un vuelco del corazón, un cambio radical de la propia vida. Es preciso revestirse de justicia y santidad, pero este traje hay que llevarlo con gozo, como quien lleva un vestido de fiesta. Convertirse es emprender un camino de esperanza. Esto nos lleva a la conclusión de la parábola: "Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos". Esto es así, pero no por culpa de Dios.
El adjetivo muchos es la manera semítica de decir todos. La frase final de la parábola no significa que unas personas sean llamadas y otras no.
El sentido de la frase no tiene nada que ver ni con las vocaciones sacerdotales ni con la predestinación ni con la salvación eterna. La frase significa sencillamente que todos estamos llamados a construir el Reino de los cielos aquí en la tierra, pero que no todos los cristianos lo hacen. Jesús hablaba en clave de utopía. Y a hacer realidad esa utopía estamos llamados todos, pero ¡qué pocos se creen que la utopía pueda ser realidad!

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