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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 16. Diciembre 2017 - 13:22 Hora
III Domingo de Adviento (Ciclo B)

1ªL.- Los afligidos, reciben una noticia del mensajero de la paz. Un evangelio para los que sufren. La figura del mensajero, lleno de la fuerza de Dios, es mensaje que llama a redención.. Dios está en él, creando el gozo expansivo que debe transfigurar el mundo.
2ªL.- En tres palabras sintetiza Pablo la actitud del espíritu cristiano conforme a la voluntad de Dios: alegría, oración y agradecimiento.
Ev.- A modo de proceso judicial Juan va a desempeñar el papel de testigo en favor de Jesús. Los judíos de Jerusalén son el fiscal.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
En el evangelio de hoy encontramos una interpelación directa: Tú, ¿quién eres? Es una pregunta que todos hemos de hacernos. ¿Cuál es nuestra verdadera condición y vocación? No se trata del montaje de apariencias que nos hemos preparado, o de la rutina a la que nos hemos acostumbrado, o la obligación a la que nos sentimos forzados. ¿Quién eres? sin caretas ni tapujos. No lo que piensan los demás, o lo que dicen de ti. Ni siquiera lo que tú mismo has llegado quizá a creerte. ¿Quién eres, de verdad? Como discípulos de Cristo hemos de ser "voz que grita" que despierta las conciencias adormecidas. Cristo, desde el principio, es la Palabra eterna, su mensaje es el que hemos de gritar. "Quita la palabra, ¿y qué es la voz? Si no hay concepto, no hay más que ruido vacío. La voz sin la palabra llega al oído, pero no edifica el corazón" (S. Agustín). Los cristianos no podemos silenciar a Cristo.
Si se deja de gritar, se deja de ser. Si se deja de anunciar su mensaje, se condena. Juan era una voz, pero hija del Espíritu. Una voz solamente, pero que no se puede acallar y que empezará a renovar el mundo. ¡Cuánto vale su palabra! Cuando falten estas voces, el mundo habrá perdido su conciencia. Somos llamados a pregonar el evangelio a gritos de testimonio ante los hombres.
¡Ser Testigo de la Luz! El Bautista no era la luz sino su testigo enamorado. ¿Puede haber vocación más hermosa? Decir a las gentes que no siempre es de noche ni todo es tinieblas. Llevar un rayo de esperanza a los corazones entristecidos. Una sonrisa pacifica en una sociedad violenta. Pronosticar que la verdad terminará imponiéndose. Descubrir valores ocultos y carismas no apreciados. Apreciar el lado bueno de las cosas y personas. Entender que no todo es relativo. Encontrar el sentido de la vida. Testigo de todas las luces. Testigo del que es todo Luz.

Sábado, 9. Diciembre 2017 - 17:48 Hora
II Domingo de Adviento (Ciclo B)

La liturgia hoy nos invita a esperanza, a creer en medio de las dificultades, que es posible un futuro mejor, porque el Señor es fiel. Las lecturas, que como cristianos leemos en Jesús, en este tiempo de espera alegre de la Navidad, iluminan nuestra espera de un nuevo mundo.
Veamos:
1ªL.- Isaías da aliento a su pueblo diciéndoles que ya han satisfecho la pena por sus culpas. Ahora un mensajero proclama que todo monte sea rebajado, allanando, aplanado para hacer una senda a nuestro Dios que regresa triunfante a Jerusalén conduciendo a su pueblo. Está describiendo una costumbre de su época, según la cual al rey que ganaba la guerra se le hacían caminos ceremoniales. Asimismo Yahvé es el Dios de Israel que retorna glorioso triunfante a Jerusalén por un camino preparado. Los evangelistas asocian este mensajero que prepara el retorno de Yahvé con Juan el Bautista.
2ªL.- La comunidad cristiana se inquieta por el retraso de la segunda venida. El apóstol responde que el Señor no se retrasa sino que usa de la paciencia queriendo que todos lleguen a la salvación. El tiene misericordia y da tiempo a los que necesitan tiempo para convertirse. Sin embargo, no debemos abusar de tanta misericordia y perder el tiempo.
No sólo debemos esperar vigilantes el día del Señor, podemos también y debemos anticiparlo; pues, si Dios tarda para que nosotros nos convirtamos, nuestra conversión acelera su venida.
En ese día se inaugurara un nuevo cielo y nueva tierra. Lo que hemos que hacer es esforzarnos para ser hallados en paz ante él
Ev.- Hoy se nos presenta a Juan el Bautista. Lo vemos cargado de celo por Dios y por la salvación eterna de los hombres
A Juan le urge su tarea. Considera vital que la gente abandone el pecado; le inquieta la indiferencia ante Dios. De si mismo apenas se preocupa. Juan se tomó las cosas de Dios en serio. La voz del Bautista, es incómoda nos invita a un cambio de vida y sólo habrá navidad si somos capaces de obrarlo. De poco sirve el pregonero si nadie le atiende…
Que nuestra esperanza sepa dar testimonio ante el mundo de que un futuro mejor, en medio de las difíciles condiciones de nuestra realidad, es posible.
Si el Señor quiere venir a nosotros, hagamos lo necesario para que no se lo impida nuestra cerrazón, nuestra desconfianza, nuestro egoísmo. Para encontrarnos con Dios, sólo hemos de poner fe, acogida, docilidad.

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