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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Domingo, 19. Mayo 2024 - 08:52 Hora
Solemnidad de Pentecostés

1L.-Pentecostés es la inauguración de la alianza nueva y la promulgación de una ley que ya no está grabada en la piedra, sino en el Espíritu.La Iglesia nace con carácter de universalidad y la alianza que el Espíritu concluye con ella interesa a toda la humanidad.
2L.-Dios es la fuente de los diversos dones que tienen los creyentes, y es además el modelo de cómo la diversidad se compagina con la unidad.
Evangelio.- El resucitado hace descender sobre los suyos el don del Espíritu Santo

PARA LLEVAR A LA VIDA
El saludo del resucitado es "¡Paz!"; cuyo fruto es la alegría. Ambas cosas son frutos del Espíritu Santo; él es el gran don pascual que encierra en sí todos los demás dones. El Espíritu une para siempre a los discípulos con su Maestro, con su Señor resucitado; reúne a todos entre sí e inaugura unas nuevas relaciones por medio del perdón de los pecados.
El soplo de Jesús sobre sus discípulos. Esto evoca el episodio de la primera creación, donde se dice que Dios exhaló su aliento sobre Adán y éste comenzó a vivir. Ahora asistimos a una segunda creación, una nueva vida, que sólo es posible después de la resurrección de Cristo.
Pentecostés irrumpe en un mundo dividido en lenguas y culturas, y, sin suprimir las diferencias, sienta las bases para una fraternidad universal. La iglesia, comunidad de todos los creyentes, es obra del Espíritu Santo, hacedor del consenso y la confesión
A partir de Cristo y en virtud del Espíritu de Cristo resucitado comienza una nueva creación, una nueva vida. La iglesia es el instrumento al servicio de esta nueva vida.
La eucaristía termina siempre con la misión al mundo: "Podéis ir en paz". Lo cual no quiere decir que todo haya terminado. Quiere decir también que nuestra misión al mundo es una misión de paz, de reconciliación, de esperanza.

Sábado, 11. Mayo 2024 - 12:17 Hora
Solemnidad de la Ascensión

1L.- Seréis bautizados con Espíritu Santo.
2L.- El apóstol Pablo suspira porque los creyentes tengan luz en su mente y en su corazón para que comprendan: qué maravillosa esperanza pueden albergar por el hecho de que Dios los ha llamado; qué riqueza supone la herencia que les ha sido destinada; qué admirable actuación lleva a cabo Dios en ellos con su poder y ha de llevar a cabo cuando los resucite y los conduzca a una vida eterna.
Evangelio.- Jesús se despide de sus discípulos con una promesa y un envío.
PARA LLEVAR A LA VIDA
con la ascensión de Jesús, la "historia" del evangelio no ha llegado al final; se amplía el horizonte. Por todas partes tienen los discípulos que anunciar la buena noticia.
Es la fiesta del envío y el compromiso: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”. Lo que el Señor Jesús enseñó ha de ser la clave de nuestro vivir y de nuestro obrar en este presente tan necesitado de alternativas de vida que traigan paz verdaderas, y donde el respeto y dignificación de cada ser humano se vean cumplidas.
El poder de hacer milagros es una promesa hecha a la comunidad, no a cada uno de sus discípulos; lo que importa no es echar demonios y hablar lenguas extrañas sino exorcizar con la palabra y con los hechos las mentiras y la opresión que padecen los hombres. Evangelizar es redimir a la humanidad cautiva por el mal y desatar los lazos que la detienen su ascensión a Dios.
Jesús, ascendido al Padre de donde había venido, ha desatado los lazos que detenían el corazón del hombre y ha abierto los caminos de una fe y un amor que no se deja vencer ante el enemigo, de una esperanza contra toda esperanza. El que cree en la ascensión de Jesús puede creer en la ascensión del hombre

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