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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Domingo, 17. Febrero 2019 - 15:29 Hora
VI Domingo TO (ciclo C)

1 L.- El método sapiencial para enseñar usa de antítesis, en este caso de la confianza en lo humano y de la confianza en Dios, enfrentando el sentido de las miras cortas y el sentido de plenitud, la maldición y la bendición. Y con imágenes del mundo vegetal intentan mostrar qué es lo uno y lo otro. Vida llena, bendita, es la que se remite a infinitud.
2L.- Pablo recuerda que el que no cree con la esperanza de resucitar no cree ya en la resurrección de Jesús, que es el contenido esencial del evangelio, y su fe carece de fundamento.
Ev.- El evangelio es anuncio y denuncia al mismo tiempo, bendición y maldición, buena y mala noticia. No es imparcial
PARA LLEVARLO A LA VIDA
El Señor presenta caminos para libertad interior y el primero es la pobreza necesaria, aunque no suficientemente, para llegar al reino de Dios. Pero también advierte de las esclavitudes que hacen infeliz al corazón humano, y entre ellas las riquezas son obstáculo.

Jesús dirige expresamente esta bienaventuranza a sus discípulos, los que le siguen, y que padecerán por su causa como los profetas, y que un día compartirán su gloria. Lo propio del cristiano no es la pobreza, o el luchar por la justicia o construir la paz, sino hacer aquello dando testimonio de Cristo.

El evangelio es anuncio y denuncia a un tiempo, no es ambiguo, toma postura. No es imparcial en un mundo dividido por la injusticia. La malaventuranza de los ricos y los autosuficientes es una advertencia y exhortación para que se conviertan. Porque si se muestran indiferentes ante los pobres se cierran la puerta del reino de Dios.

Los discípulos que buscan halagos traicionan el evangelio y reproducen los errores de los falsos profetas, que sólo predicaban lo que el mundo quiere escuchar.
Hoy son muchos cristianos se acogen con complacencia las "bienaventuranzas" pero no quieren escuchar las "malaventuranzas"; que aprecian el lado amable del evangelio y creen en la resurrección pero rehuyendo la cruz, silenciando la exigencia de Cristo y las renuncias que reclama.
Pidámosle al Señor docilidad para aceptar su palabra íntegramente, sin recortarla ni acomodarla y vivirla con coherencia, testimoniándole amorosamente.

Sábado, 9. Febrero 2019 - 12:11 Hora
V Domingo TO (Ciclo C)

1ªL.- Isaías recuerda su encuentro inefable en el templo y trata de entenderlo y de explicarlo sirviéndose de la circunstancia y del carácter del lugar. Su respuesta al Dios que le purifica y que le envía es la total disponibilidad. Su misión es llevar la palabra que purifique, como a él, al pueblo impuro.
2ªL.- S. Pablo cierra su carta recordando el Evangelio que predicó, el único que puede salvar, si se permanece en él. Es imposible que se confiese, se crea en la Resurrección del Señor y no creer también en la propia. Pablo no piensa en una aceptación meramente intelectual, sino que ha de implicar comprenda toda la vida.
Ev.- El milagro de la pesca refuerza las palabras de Jesús y aumenta su credibilidad ante los que toman la decisión de abandonarlo todo para seguir al Maestro.

PARA LLEVARLO A LA VIDA
Este pasaje aplicado a nuestra vida cristiana podems interpretralo como una instrucción sobre las características del discípulo ¿cómo tiene que ser un cristiano?
1º.-No se es discípulo por el solo hecho de acudir a Jesús. Notemos la diferencia entre la gente que se agolpa alrededor de Jesús y los discípulos.
Por tan lo primero es fiarse de Jesús aun cuando las evidencias empíricas estén en contra. Un pescador profesional sabe que la petición de Jesús (que no es un profesional de la pesca) parecía absurda porque va contra de la experiencia. De ahí la reticencia de Pedro… sin embargo “por tu palabra”.
2º.- El descubrimiento de Jesús lleva al discípulo a revisión de su propia vida. Al fiarse de Cristo se descubre a alguien tan extraordinario que inevitablemente surge la conciencia de indignidad, uno no se siente merecedor de su compañía.
3º.- Ser cristiano, vivir como discípulo de Jesús supone asumir una tarea, vivir una vocación, servirá y acercar a los demás a Dios. Obedecer al encargo de Jesús: "Rema mar adentro y echa las redes para pescar".
El riesgo de la pesca de altura, en medio del temporal, fue compensado por la abundancia de la pesca. Así le ocurre a la iglesia cuando anuncia el evangelio donde están los conflictos, cuando ilumina con la palabra de Dios los problemas concretos de la humanidad, sin quedarse en abstracciones que no comprometen a nadie.
La vocación de ser en adelante "pescadores de hombres" no ha de entenderse en sentido proselitista, sirviéndose de estratagemas para "echar el gancho" o usando de tretas para que "pique" aquel que nos interesa (como hacen algunos movimientos so pretexto de un apostolado, que se queda en hacer crecer su grupo). "Echar las redes" es sembrar o anunciar generosamente la Palabra de Dios con deseo de acercar los corazones al querer de Dios, confiando en la fuerza de su Palabra y en que sólo Dios es el que da el incremento y hace fructífero el trabajo humano.

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