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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 2. Marzo 2019 - 13:49 Hora
VIII Domingo TO (Ciclo C)

1 L.- La calidad del grano de la vasija y del árbol se revela en la prueba; la del hombre en su decisión. La sabiduría experiencial, atesorando observación, conformo su imagen del hombre. Su libertad le hace sorprendente; es siempre un misterio. Se está haciendo, cuando decide y cuando opta deliberadamente; sólo después se puede hacer juicio de él. Y con diferentes imágenes (la criba, el horno, el fruto del árbol) se nos dice que la bondad del hombre se manifiesta sólo tras ser probada, entonces se constata si es superficial o si brota de lo hondo del corazón.
2ªL.- Cuando todos los elegidos hayan llegado a la vida "incorruptible", "inmortal", entonces se habrá cumplido el objetivo final de Dios: la liquidación del poder de la muerte. El convencimiento de la vida plena en Jesucristo, en que creemos firmemente, nos empuja a "trabajar siempre por el Señor, sin reservas".
Ev.- Con las imágenes del ciego que no puede ser guía de otro ciego, y del discípulo que no está tan instruido, Jesús hace una llamada a ser conscientes de la propia limitación, a la autocrítica, previa a la pretensión de erigirse en juez y pretender corregir al prójimo.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
Jesús nos anima a realizar la crítica fraterna desde el amor, desde el conocimiento de uno mismo y la comprensión del otro; para evitar agrandar las diferencias y romper con el prójimo.

No esta negando la necesidad del ejercicio de la crítica sino que nos indica con qué tres condiciones se debe hacer:
- Primera, no creerse lo suficientemente sabio para pretender dirigir a los demás, sino que reconociendo los propios limites y la necesidad de aprender y buscar luz, crecer en humildad.
- Segunda, no pretender corregir a los demás sin haber considerado antes cuanto hay por corregir en la propia vida.
- Tercera, la observación de la propia manera de actuar y las actitudes de fondo que nos conducen. Porque son los hechos, el modo de hablar y de actuar, los frutos, lo que muestra quién se es de verdad: "Por sus frutos los conoceréis".
Lo determinante es lo que llevamos en el corazón, qué criterios nos mueven a actuar. Si lo que llevamos dentro es "tesoro de bondad", aflorará bondad. Hay una manera de entender la vida y las relaciones con los demás, que es propia del Reino de Dios, y otra que es contraria ¿cual es la tuya?
No es cristiano practicar la crítica con el prójimo indolentemente y desde una exigencia dura, sin ejercerla previamente con uno mismo. Hemos de mirarnos a diario en el espejo del evangelio para ver si nuestro com-portamiento se ajusta al estilo de Cristo; y desde esa actitud de autocrítica, viendo más claro, comprender mejor y ayudar al prójimo a liberarse de su mota.




Sábado, 23. Febrero 2019 - 17:07 Hora
VII Domingo TO (Ciclo C)

1.L - El gesto de David ante su enemigo, mas allá de veneración a la sacralidad de la función real (El rey es un ungido, portador del espíritu de Dios y de la esperanza del pueblo) obedece al santo temor de Dios que infunde misericordia en el corazón humano.
2.L- s. Pablo diferencia entre los dos tipos de hombre, la contraposición entre Adán y Cristo. El modelo de la humanidad dominada por el pecado y regida por el instinto y el modelo de la humanidad reconstruida por la gracia e impulsada por el Espíritu al amor.
Ev.- Este pasaje nos sitúa ante los sentimientos de fondo que han de caracterizar el interior del cristiano, que han de moverle en todas sus actuaciones y de configurar sus criterios de pensamiento
PARA LLEVARLO ALA VIDA
Estos sentimientos son los de Jesús, que no son, los que más espontáneamente salen del corazón de las personas ni los que se promueven colectivamente, pero sí que son que harían surgir una humanidad nueva. Reparemos en los siguientes aspectos:

- "Tratad a los demás..." es la regla de oro que previene todo conflicto

- "Amad a vuestros enemigos" es la pauta para superar las discordias y pendencias. Es el mejor punto de contraste para saber si tenemos los sentimientos de Jesús: ¿Qué deseamos para los que nos han hecho daño o nos caen mal?

- "Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo" ofrece el modelo a imitar, la referencia. El amor del que habla Jesús no es un simple sentimiento humanitario; tiene una raíz existencial: el proceder de Dios Padre.

No son palabras líricas sino exhortaciones radicales a romper con la lógica del mundo, a vivir la novedad de la condición de hijos de Dios. Sólo cuando se da sin esperar recompensa, cuando se ama sin que el otro lo merezca, cuando se pierde para que el otro gane, sólo entonces se ha llegado hasta el misterio del amor que enseña y ofrece Cristo.
No es tarea fácil, va contra nuestros instintos naturales por ello, para lograrlo, hay que poner medios sobrenaturales: unirnos fuertemente a Jesús, dejarnos llenar de su Espíritu, rezar de corazón, empaparnos de su Evangelio, nutrirnos en la Eucaristía, hasta que nuestro corazón lata al compás de Cristo.

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