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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Lunes, 1. Enero 2024 - 09:23 Hora
Santa María, madre de Dios

1L.- El texto recoge una fórmula antiquísima para bendecir al pueblo, de manera orante, invocando sobre él el nombre del Señor
e suplica que Dios conceda su protección, su favor y la paz al pueblo sobre el que se invoca su santo nombre. Esta "paz" es para los judíos el compendio de todos los bienes mesiánicos: reposo, gloria, riqueza, salvación, vida...
2L.- . El que ha creado todo con su palabra, nos hace hijos suyos cuando nos llama a sí. Y si Dios nos llama hijos y nos hace realmente tales, bien podemos nosotros llamarle "Padre", lo mismo que Jesús. El Espíritu de su Hijo, que nos ha dado, nos anima y enseña un nuevo modo de orar y da testimonio de que somos verdaderamente hijos.
Ev.- Los pastores aceptan la palabra del ángel, se dirigen a observar el signo y encuentran al niño acostado en el pesebre.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Iniciamos un nuevo año y la Palabra proclamada nos ofrece claves para vivenciarlo: la bendición (1L), la filiación (2L) el conocimiento de Jesús y la meditación.
El anuncio del cielo encuentra respuestas diversas, van desde la indiferencia
hasta la fe. De un lado están los simples curiosos, que se admiran por lo extraño del suceso y lo comentan (en propiedad no se describe la adoración de los pastores sino su asombro). Del otro lado está María, que conserva todas estas cosas, las medita en su interior y va reconociendo la misteriosa presencia de Dios en su hijo envuelto entre pañales, recostado en un pesebre.
El testimonio que ofrecen los pastores sobre lo que les han revelado los ángeles, Ntra. Señora lo guardaba y conservaba en su corazón. En su asombro aquellos no cesan de alabar a Dios y proclamar su gloria. Movidos por la curiosidad han llegado a la proclamación; aquella gente sencilla se convirtió en pregonera; pero marchan de nuevo a su rebaño, alabando a Dios por lo que han visto y que les abre a la fe.
El pasaje no hace hace hincapié tanto en la circuncisión del niño, cuanto en la imposición del nombre: Jesús, tal como había sido indicado por el ángel, en el cual se fija la misión de Jesús: Dios es salvador. En su vida y enseñanza se nos ofrece la salvación; Por ello, hemos de situarnos ante el relato; lo haremos ¿Como los pastores y María? O ¿Simplemente como curiosos?

Sábado, 30. Diciembre 2023 - 23:42 Hora
Fiesta de la sagrada familia

1L.-Honrar a los padres es fruto del temor de Dios, principio y raíz, corona y plenitud de toda sabiduría. El sentido religioso impulsa al hombre a guardar los mandamientos y rechazar el pecado. Por eso los que honran a sus padres expían sus pecados y obtienen toda clase de bendiciones. Por transmitirnos la vida, los padres son la imagen de un Dios padre.
2L.-Pablo se dirige a las comunidades cristianas, mujeres y a los maridos, a los padres y a los hijos, y les anima a vivir según conviene "en el Señor".La comunidad, como la familia, ha de poner en ejercicio un amor realista, traducido en respeto, ánimo, comprensión y colaboración entre todos. El amor es la perfección de todas las virtudes.
Ev.- La presentación en el templo. Simeón reconoce al Mesias y confiesa puede morir satisfecho.
PARA LLEVAR A LA VIDA
El centro del pasaje evangelio, lo constituye la revelación de Simeón. Jesús ha sido ofrecido al Padre; el Padre responde enviando la fuerza de su Espíritu al anciano Simeón, que profetiza. En sus palabras se descubre que el antiguo israel de la esperanza puede descansar tranquilo; su historia (representada en Simeón) no acaba en vano: ha visto al salvador y sabe que su meta es ahora el triunfo de la vida, el principio de luz y salvación para las gentes.
Las palabras del himno del anciano, son reflejo de un dolor y de una lucha. Por eso culminan en el destino de sufrimiento de María.Desde el principio de su actividad, María aparece como signo de la Iglesia, que llevando en sí toda la gracia salvadora de Jesús se ha convertido en señal de división y enfrentamiento. La subida de Jesús al templo ha comenzado con un signo de sacrificio; con signo de sacrificio continúan las palabras reveladoras de Simeón. Desde este comienzo de Jesús como signo de contradicción para Israel (u origen de dolor para María) se abre un arco de vida y experiencia que culminará sobre el Calvario y se extenderá después hacia la Iglesia. Todo el que escucha las palabras de consuelo en que Jesús se muestra como luz y como gloria (2, 29-32) tienen que seguir hacia adelante y aceptarle en el camino de dureza, decisión y muerte; en ese caminar no irá jamás en solitario, le acompaña la fe y el sufrimiento de María.

Con las palabras de alabanza de Ana, que presenta a Jesús como redentor de Jerusalén (2, 36-38) y con la anotación de que crecía en Nazaret lleno de gracia (2, 39-40)

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