Usted está aquí: Inicio

Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 4. Enero 2020 - 21:28 Hora
Yo vi un día a los Magos

Yo una vez vi a los Reyes Magos. Y quien lo pensara... No eran tres, sino dos, aliados de Dios. Los mejores magos que jamás imaginé. Y verdadera magia habían de hacer para conseguir que cada 6 de enero -al amanecer- no faltara algo en nuestros zapatos, lo mínimo, lo que fuese. Y aún con muy poco, eran capaces de ingeniarselas para que siempre hubiese lo que para nosotros era todo.
Al tercero nunca lo vi, pero seguro que se quedaba vigilando los camellos. Nunca olvidaré a los dos magos que vi. Seguro que tu también los viste y sabes bien quiénes son y no ignoras que su generosidad tenía más de magos que de reyes.
Si ya dejaste de creer, si ya esta noche no pones los zapatos, ni el pasto, ni el agua en tu balcón... No dejes de acercarte a tus venerables reyes, si aún los tienes contigo, y dales un cálido beso en la frente. Y a los que ya se nos fueron, a adorar en el eterno Belén del cielo, recordemos que desde allí, está noche especial, bajan para seguir entregando intercesión, ilusion y sonrisa sobre nuestras vidas...
Agradézcámoles la hermosa herencia que nos legaron, porque ahora -pasados los años- gracias a ellos nos hemos convertido "en reyes y en magos". Y lo mejor que podremos dejar a nuestros hijos es: la fe que les guíe, la esperanza que les aliente y la caridad que les una. Y con esa magia del cielo, también ellos se convertirán un día en magos…. Y a buen seguro, que dentro de unos años, nosotros recibiremos de ellos un beso de gratitud y devoción filial en la frente en pago al empeño que pusimos por despertar su luminosa sonrisa y así será hasta el fin de los tiempos…
Feliz noche para los reyes de hoy, para los de ayer y los reyes del futuro

Viernes, 3. Enero 2020 - 08:02 Hora
II Domingo de Navidad (ciclo A)

1L.- La sabiduría de Dios estuvo presente en la obra de la creación: Salió de la boca del Altísimo, se manifestó en el principio de la historia de la salvación. Con la venida de Cristo al mundo, la Sabiduría está plantada en medio de la Iglesia, nuevo Israel.
2 L.-La alabanza y la acción de gracias de Pablo va dirigida al Padre, de quien proceden todos los dones y que nos ha enviado a su propio Hijo. En quien hemos sido elegidos para ser objeto de todas las bendiciones divinas y para llevar una vida santa.Unidos a Cristo, somos también nosotros hijos de Dios.
Ev.-El prólogo del evangelio de Jn es un himno de alabanza al Logos, al Verbo, revelación del Padre en Cristo. En este prólogo están presentes los grandes temas del evangelio: el Verbo, la vida, la luz, la gloria, la verdad. Y sus contraposiciones: Luz-tinieblas; Dios-mundo; fe-incredulidad.
PARA LLEVAR A LA VIDA
La palabra, la luz, la vida, son tres experiencias existenciales que constituyen al hombre. Comunicarnos, dialogar, poder expresar nuestra interioridad... ver con claridad, identificar la realidad y descubrir nuevos horizontes... Desarrollarnos, crecer, sentir el latido acompasado de un corazón que ama. De estas experiencias ser sirve Dios que se expresa en una palabra viva, que crea un interlocutor (el hombre concreto), con quien establece diálogo e ilumina su horizonte. Pero hay el hombres que rechazan esta Palabra, y se hace la tiniebla que terminará en el rechazo y la condena de Jesús. Sin embargo hay hombres que aceptan la Palabra y experimentan el don de ser hijos de Dios.
La revelación definitiva de Dios tiene rostro humano.
Desde el momento de la venida del Hijo al mundo en la debilidad de la "carne", realiza la presencia de Dios entre los hombres. El es la verdad y la vida de Dios hecha carne. Ama, cura, perdona. Vive y sufre como un hombre entre los hombres. Todos pueden verlo y oírlo. Todos pueden creer en él, ver su luz, beber su agua, comer su pan, participar de su plenitud de gracia y de verdad. Acogerle y seguirle se expresa proclamando la misericordia y fidelidad de Dios, su gracia, que se han hecho realidad en Jesús. Compartiendo su Palabra, iluminando con la luz de su enseñanza, difundiendo la vida que nos da Dios con el don permanente y total de su Hijo hecho hombre: Jesús, el Cristo.

Nueva contribución  Vieja contribución

Iniciar sesión