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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Lunes, 17. Febrero 2020 - 00:27 Hora
VII Domingo (ciclo A)

1L.- La santidad de Dios inspira nuestra actitud ante los hombres. El impío se cierra al otro por odio, rencor o venganza. Mientras el justo se abre a él por la corrección fraterna y el amor que encarna en el mundo la santidad de Dios.
2L.- El verdadero templo es la comunidad fundada en Jesucristo. En ella habita el Espíritu Santo, se da culto a Dios y el revela su sabiduría a los sencillos. Y quien se encuentra unido así con Dios es libre.
Ev- Jesús cuestiona la ley del talión por que quedaba corta como instrumento jurídico regulador de la convivencia fraterna. El descubrimiento de Dios como Padre, mueve a mirar a las personas con comprensión de hermanos y a renunciar al resarcimiento de sus errores.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús extiende el amor hasta a los enemigos; proclama que Dios no hace distinciones y que hace salir el sol para buenos y malos, justos y pecadores. Por eso los hijos de Dios debemos amar con corazón universal, sin acepciones ni distingos. Pero, qué lejos andamos de ello aún los que decimos ser su Iglesia! (Acaso no conocen a quien margina a otros por pertenecer a un movimiento eclesial distinto al suyo, o por tener otra ideología? No han visto fieles que pugnan entre cofradías o asociaciones? Yo mismo he vivido experiencias con curas que rechazan a hermanos en el ministerio por "no ser natural de la diócesis en que trabajan" o por llevar el hierro de determinada "ganadería" o por no llevar ninguno; por haber hay, como decía el Papa Francisco, hasta obispos que guardan resentimientos o hacen acepción de personas... Esto hacemos, y vamos a ser capaces de amar a la medida de un amor sin medida?
Amar a los que nos aman, es natural y no trasciende la equidad de lo razonable humanamente. El verdadero amor sólo se muestra en el amor gratuito, que no busca lo suyo ni la simple correspondencia. Esto es lo extraordinario y la verdadera perfección. En esto se manifiesta la bondad de Dios.
Los discípulos de Jesús debemos dar señales de la nueva vida de la gracia y del reino futuro, viviendo esa vocación al amor.
Pero atención: el lenguaje de Cristo es suficientemente explícito y exigente; y cuando andamos tratando de interpretarlo y explicarlo con razonamientos muy razonables y exegéticos... corremos el peligro de vaciar de contenido las palabras del Maestro y reducirlas a románticas enseñanzas que en nada comprometen la vida.

Martes, 11. Febrero 2020 - 18:02 Hora
VI DOmingo TO (Ciclo A)

1ºL.- El sabio reflexiona sobre el hombre, y ve que por su libertad es dueño de su destino, responsable de su realización. El bien y el mal, la vida y la muerte, se le ofrecen como opción. Para decidir se le ofrece una guía en los mandamientos que conducen a la vida.
2ªL.- Frente a la sabiduría de las religiones, San Pablo opone la verdadera sabiduría que Dios concede a los purificados en el bautismo e iluminados por el Espíritu Santo, para participar de la misma vida divina. Esta sabiduría, se manifiesta en los creyentes, aunque se revelará plenamente al fin de los tiempos.
Ev.- Los preceptos morales de la Ley llegan a su plenitud en Cristo en un doble sentido:
a)Porque él cumple toda la voluntad de Dios expresada en aquellos preceptos, por lo que cumplir la voluntad de Dios es imitar a Cristo;
b)Porque restituye los mandamientos divinos a su pureza, derogando cuanto era concesión a la dureza del corazón de Israel y reduciendo todos los preceptos al mandamiento del amor.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús es el perfecto cumplidor de la Ley divina, que expresa la voluntad del Padre, porque la ha cumplido con un amor cuya única medida es no conocer medida. Él ha manifestado de forma definitiva cómo hay que vivir la voluntad de Dios de modo efectivo; y desde entonces, el AT ha de interpretarse a la luz de Cristo.
Jesús enseña «como quien tiene autoridad» para corregir lo que la Ley contenía de provisional y para ampliar su sentido en lo que debía ser perfeccionada. Pero la enseñanza de Jesús no es un conjunto de límites; sino que abre horizontes, y habla de entrega, de generosidad, de interioridad. Lo que sucede en el alma sólo lo ve Dios y allí es donde se juega la vida.
- En el sexto mandamiento Jesús desvela que contiene más que la mera prohibición del adulterio. En el A. T. se prohibía desear la mujer del prójimo como un atentado contra la propiedad ajena. Pero Cristo subraya señala la prohibición de cualquier deseo adultero.
- Sobre el juramento, en el A.T. se prohibía el perjurio y obligaba a cumplir las promesas hechas bajo juramento;
Pero Jesús sabe que sólo tiene sentido allí donde hay un ambiente dominado por la mentira; por ello quiere que sus discípulos seamos sinceros y veraces, que baste nuestra palabra y no tengamos que recurrir a juramentos.
Jesús, no habla de cumplir. No quiere que sus discípulos nos limitemos a hacer sólo lo correcto, que nos conformemos con la ley. Quiere que la cumplamos viviendo desde dentro el amor. No se fija sólo en los grandes pecados: El homicidio, el adulterio, el divorcio, el juramento… sino que pide un corazón más grande. La clave radica en la forma de entender la vida y mirar al hermano: valorarle, guardar fidelidad, procurar la unidad en el amor, ser veraces.
Como señalaba el Papa: “Este pasaje evangélico es una exhortación a remontarnos a las causas profundas, para actuar en profundidad, pues “la transformación del mundo inicia en el corazón de los hombres” (Paulo VI).Jesús enseña que tenemos que sentir y pensar como lo hace Dios. Que vale de muy poco cumplir la norma y ser cumplidores de mandamientos, si tenemos el corazón frío.

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