Usted está aquí: Inicio

Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Viernes, 28. Febrero 2020 - 08:45 Hora
I Domingo de Cuaresma

1L.- Los que esperaban ser como Dios conociéndolo todo, resulta que sólo conocen su propia desnudez y que ni siquiera son señores de su propio cuerpo, del que necesitan protegerse. No se trata de un mito sobre los orígenes, sino una proclamación soteriológica sobre el destino humano
2L.-Adán es prototipo de la desobediencia que atiende a otras "palabras" que no son la de Dios. También Israel aparece como rebelde a Dios, como una esposa adúltera. Solo Cristo es la obediencia perfecta al Padre.
Ev-.Las tentaciones de Jesús son paradigmáticas: son las del pueblo de Dios por el desierto; son las del hombre universal: el tener, el poder y la gloria; la autosuficiencia y la independencia; el querer manipular a Dios, ser y vivir como Dios.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Las tentaciones de Jesús nos prueban, por una parte, que Jesús era hijo de Adán, con todas sus consecuencias. Sufrió las mismas tentaciones que el primer hombre y que todos los hombres. La tentación es experiencia permanente y universal. Todos los humanos fueron, son y serán tentados.
El primer Adán, tentado en el paraíso; el segundo, en el desierto. El primer Adán, tentado con la manzana de la ciencia y del poder; el segundo, con la manzana del consumo y de la gloria. El primer Adán, tentado para que sea Dios; el segundo, tentado para que no sea siervo.
Son las mismas tentaciones de todos los hombres y pueblos: la desconfianza, la no dependencia, la autosuficiencia.Es negarse a servir, negarse a morir, negarse a amar.
Pero, en la respuesta de Jesús a las tentaciones, descubrimos la novedad. El da una respuesta contraria a la de Adán. No se deja seducir por el diablo, porque en su corazón no hay espacio más que para Dios. Ahí está el principio de la salvación.
Gracias a la entrega de Jesús a la voluntad de su Padre Dios, nos ha dado la vida.
Al nacer como descendientes de Adán, no insertamos en el tronco del pecado y de la muerte, pero por el bautismo fuimos injertados en el nuevo Adán: hijos de Dios. Cuaresna es tiempo de profundización de nuestra vida cristiana. Tiempo de intensificar nuestra oración y de revisar nuestros caminos, para adaptarlos al seguimiento de Jesús, el siempre fue fiel, tanto al Padre como a nosotros. Con la comunión en la Eucaristía, dejémonos invadir de su presencia, para con su amor y su fuerza, recorramos por los caminos del Señor.

Lunes, 24. Febrero 2020 - 00:42 Hora
Miércoles de Ceniza

1L.- Ante una desgracia colectiva, el profeta realiza una llamada a conversión. Los ritos penitenciales actúan como movimiento de retorno al Dios creador y salvador. El movimiento es ya un signo de que Dios está con el pueblo que suplica.
2 L.- San Pablo nos interpela en nombre de Cristo, a acercarnos a Dios, a reconciliarnos con él, a aprovechar la oportunidad de los tiempos de la salvación.
Ev-.La limosna, la oración y el ayuno deben practicarse con sinceridad de corazón, con la discreción de quien busca agradar a Dios y pasar desapercibido entre los hombres
PARA LLEVAR A LA VIDA
Inauguramos la cuaresma, tiempo de prepararnos para la pascua, tiempo de gracia, un tiempo para volver a Dios. Joel le recuerda al pueblo que Dios es compasivo y misericordioso, pero que exige cambios profundos de vida para el bien del individuo que se revierte en bien comunitario.
La ceniza no es otra cosa sino un signo externo de lo que debemos hacer en nuestro interior. El camino de la cuaresma es la "penitencia": arrepentimiento, humildad de corazón, compunción, petición de perdón a Dios y los hermanos a quienes hemos ofendido.
Para vivirla Jesús nos propone tres prácticas religiosas antiguas pero realizadas con actitudes renovadas. Las tres son básicas para expressar la conversión sincera:
- la limosna y la ayuda al necesitado;
- la oración y la intimidad con Dios,
- el ayuno y la renuncia al confort egoísta.
Y Jesús, nos recomienda que la motivación profunda para realizarlas no sea el ser honrados por los hombres, sino la fidelidad a Dios padre. El pide autenticidad y propone el camino de la intimidad para que lleguemos al corazón del Padre haciendo el bien al hermano.
Iniciemos, por tanto, esta Cuaresma con todo el entusiasmo. Nos tenemos que proponer cosas concretas que nos ayuden a avanzar un poco más en el programa que Jesús nos ha presentado hoy. Hemos de
dedicar tiempo a dialogar con Dios padre e intimar con el; ha de crecer en nosotros la conciencia de fraternidad y la sensibilidad a la necesidad del otro; y el deseo de dominar nuestros apetitos egocentricos y privarnos de aquellas cosas que nos tienen atenazados, para procurar todo aquello que es realmente importante en el camino seguido por Jesús que conduce a la felicidad.
Y ahora, como señal de esta voluntad de cambio, de superación, de fidelidad a Dios recibimos, humildes y penitentes, la ceniza sobre nuestras cabezas. Y participamos con fe en la Eucaristía que nos une a Jesucristo muerto en la cruz por amor, y resucitado no da vida para siempre.

Nueva contribución  Vieja contribución

Iniciar sesión