Usted está aquí: Inicio

Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 25. Abril 2020 - 11:38 Hora
III Domingo de Pascua ciclo A

1L.-Las palabras de Pedro, con la fuerza del Espíritu, se centran en la proclamación de la Resurrección que los apóstoles, han vivido como el cumplimiento de las profecías del A.T.
2.L.-S. Pedro anima a los creyentes que se encuentran en un momento de particular dificultad (persecución de Nerón). Para ello les recuerda los pilares de la fe: Dios es un, pero también es un padre. Toca ahora el mostrar que hemos aceptado la fe. Somos llamados a un tipo de vida nuevo, a obrar como hijos ejemplares de Dios Padre.
Ev.- Jesús camina junto a dos hombres que sólo iban a Emaús. Estos andaban un camino muy corto; aquél, resucitado, acababa de comenzar un camino mucho más largo el camino de todo hombre hacia el Reino de Dios. Y sólo al partir y al compartir, se unieron en la misma marcha hacia el mismo destino.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús alcanza por el camino del desaliento a dos discípulos que marchan hacia Emaús. Ellos han oído hablar a las mujeres sobre la tumba vacía, pero no han dado crédito a esa noticia. Jesús les sale al paso y conversa con ellos. Se desahogan contándole los sucesos y como creyeron en el Maestro como un gran profeta. Creyeron haber encontrado al Mesías prometido pero fue una ilusión. Por eso se marchan derrotados y sin esperanza. Si hubieran contado con la posibilidad de la resurrección, hubieran recibido con esperanza la noticia de las mujeres y no se hubieran marchado. Jesús no les reprocha su falta de fe, sino su falta de entendimiento para comprender las Escrituras, no comprendieron lo que habían anunciado los profetas sobre el "Siervo de Yavé". No comprendieron que Jesús "tenía" que padecer. No comprendieron que el camino hacia la gloria pasaba por la cruz, por sus prejuicios sobre un mesianismo meramente temporal. Jesús les interpreta el verdadero sentido de los textos mesiánicos del A.T.
Jesús quiere hacerse invitar y para honrar a su huésped le invitan a que presida la mesa. Y al pronunciar la acción de gracias, bendiciendo a Dios le reconocieron como e resucitado y ellos se convirtieron en sus testigos.
Y nosotros...-¿Cómo podemos experimentar la presencia del Resucitado? Los que no hemos conocido personalmente a Jesus, podemos experimentar el encuentro con él, cuando nos reunimos para celebrar la Eucaristía, entonces lo acogemos en la Palabra que se nos proclama, donde se nos da como Palabra, como luz. Y luego en la fracción del Pan, se nos da como alimento en su Cuerpo y su Sangre, su misma Persona, para que tengamos vida y fuerza para el camino. Comunidad, Palabra, Eucaristía permiten el encuentro.
La Eucaristía vivida ha de ser signo de acogida a todos los peregrinos que coinciden en el mismo camino que nosotros realizamos. La salvación nos acontece cuando nos sentamos fraternalmente en la misma mesa y partimos el pan, y lo damos a los compañeros del camino... Sólo entonces se nos abrirán los ojos y lo reconoceremos caminando a nuestro lado.

Jueves, 16. Abril 2020 - 20:46 Hora
II Domingo de Pascua (ciclo A)

1L.-La comunidad es el lugar de crecimiento, de madurez; donde se acoge el evangelio y se evangeliza. Es un conjunto de personas que, unidas, tratan de seguir el espíritu de Jesús con sinceridad; en la que se da, como palabra hecha vida, el compromiso.. Pero el punto clave de unión ha de ser la fe en Jesús y el servicio al Reino.
2L.-Jesucristo no sólo nos redimió sino que vendrá al final del tiempo. Esta esperanza de los cristianos, gentes esperanzadas y optimistas, que viven siempre con ilusión y entusiasmo el seguimiento de Jesús, aun en medio de la dificultad.
Ev.- Los discípulos son enviados a cumplir una misión, en favor de los demás, que prolonga la tarea de Cristo: "Como el Padre me ha enviado, así os envío yo". Para la realización de esta tarea reciben la fuerza del Espíritu. El episodio de Tomás quiere animar la fe de quienes no vieron directamente al Señor: "Dichosos los que crean sin haber visto". Sólo la fe permite ver y entender la trascendencia de lo que se está presentando.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús resucitado con su saludo de paz advierte a los discípulos su presencia y su victoria, eliminando el miedo y la incertidumbre. Les muestra su amor hasta la muerte, con las llagas, señal que indican su entrega. El nuevo saludo transmite seguridad y valentía en la misión que comienza para ellos.
La comunidad cristiana ha de dar testimonio ante el mundo de la realidad del amor del Padre, y sucederá lo mismo que sucedió con Jesús: habrá quienes lo acepten y den su adhesión y quienes se endurezcan en su actitud hostil al hombre. Como Jesús, pues, la comunidad es mediación de salvación o de condena, no porque ella enjuicie a nadie, sino por la actitud con que cada uno decide por sí.Tomás representa la figura de aquél que no hace caso del testimonio de la comunidad. En lugar de integrarse y participar de la misma experiencia, pretende obtener una demostración particular. No quiere aceptar que Jesús vive realmente y que la señal tangible de ello es la comunidad transformada en la que ahora se encuentra. La comunidad transformada es ahora lo importante: ella es el medio que las generaciones posteriores tendrán para saber que Jesús vive realmente.
La fe en Jesús vivo y resucitado consiste en reconocer su presencia en la comunidad de los creyentes, que es el lugar natural donde él se manifiesta y de donde irradia su amor.

Nueva contribución  Vieja contribución

Iniciar sesión