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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Viernes, 28. Agosto 2020 - 09:41 Hora
XXII Domingo TO (Ciclo A)

1L.- Las «confesiones» del profeta describen su diario luchar con su misión y con la fuerza irresistible de una palabra que le atormenta y da vida. Parece que su implacable signo fuera destruir, y que su persona fuera la víctima primera. Pero en eso se asienta la construcción del pueblo y del profeta.
2L.- "Transformaos por la renovación de la mente": Pablo nos amonesta para que no ajustemos nuestra conducta a los criterios de este mundo y nos esforcemos en la transformación de la mente, hasta llegar a conocer la voluntad de Dios y aprender lo que realmente es bueno y agradable a sus ojos. E invita a penitencia, porque esto es lo que significa: "cambio de mentalidad".
El apóstol llama culto razonable a aquel culto que, en oposición a todo lo que caracteriza este mundo, a un discernimiento crítico constante entre la voluntad de Dios y la voluntad humana. Ev.- Seguir a Jesús significa arriesgarse a un tipo de vida tal que es tan difícil como el de un condenado a muerte. Pedro ni lo entiende ni lo acepta y tienta a Jesús. El seguimiento de Cristo supone recorrer el camino en solitario y soportar el odio hasta de la propia familia. Palabras duras, cuyas aristas no pueden ser limadas por nuestra mediocridad.
PARA LLEVAR A LA VIDA

Pedro, respondiendo a la pregunta de su Maestro, había confesado que Jesús es el Hijo de Dios, el Mesías prometido por los profetas. Y desde ese reconocimiento, Jesús comenzó a explicar a sus discípulos cómo tenía que subir a Jerusalén para ser entregado y condenado a muerte en cruz porque éstos eran los planes de Dios. Pero los discípulos no podían comprender esto nada, y Pedro lo expresa con vehemencia. El hecho que sea precisamente el quien se cruza en el camino de Jesús, a los pocos días de haberle confesado Mesías y de haber recibido de él la misión de ser para la iglesia como una "roca", manifiesta como la razón humana rechaza el sufrimiento y se escandalizaría del Cristo sufriente.

Los evangelistas pusieron por escrito la palabra del Señor para su iglesia, como aliento y advertencia. A la iglesia, como a Pedro, le ha sido revelada la verdad de Dios sobre Jesús de Nazaret; pero el cristiano, lo mismo que Pedro, está sometido a la lógica terrena y a las influencias de este mundo y puede llegar a pensar como la sociedad en que vive, creyendo que es mucho más razonable la gloria que el abatimiento, los honores y los triunfos que los servicios y la cruz, guardar la propia vida que darla generosamente, luchar por ganar todo el mundo en lugar de servir y contribuir a que madure la auténtica esperanza. Si es así, si llega a ser así en un momento dado, la iglesia tendrá que escuchar el reproche de Jesús, lo mismo que Pedro, por haberse cruzado en su camino y haberse olvidado de los planes de Dios.

Jueves, 20. Agosto 2020 - 12:10 Hora
XXI Domingo TO (ciclo A)

1L.-La caída de un mayordomo real y la subida de otro da pie al profeta para hablar de Dios presente en la guía de la historia. Los títulos y símbolos del poder son sorprendidos en su clave mesiánica: anuncian reino de justicia y pueblo de Dios.
2L.- San Pablo alaba la misericordia y la generosidad de Dios. Por caminos inescrutables, Dios conducirá a Israel a la salvación prometida. Y esto es motivo de admiración y de alabanza.
Ev. Jesús se retira con los "doce" a la región de Cesárea de Felipe, al pie del monte Hermón. El Maestro quiere iniciar a sus discípulos en el misterio de su persona. Para introducir el tema, Jesús comienza preguntando qué han oído ellos sobre su persona y su misión, de la gente.

Y cada uno de los discípulos dice lo que ha oído al respecto. Según sus respuestas, la gente se había formado un concepto elevado de Jesús: pero no había reconocido en su persona al Mesías prometido. Jesús no hace ningún comentario; puesto que lo que le importa es conocer si le han comprendido sus discípulos.

Todos han respondido lo que han oído a la gente; pero a la segunda responde únicamente Pedro según lo que ha sido revelado por el Padre. Nadie puede penetrar en el misterio de la persona de Jesús sin la ayuda del Padre.

Pedro confiesa que Jesús era el Mesías; pero la idea que tenía del Mesías estaba viciada con todos los prejuicios de sus paisanos galileos.

La solemne bienaventuranza que pronuncia Jesús en favor de Pedro enlaza con la confesión de éste de que Jesús es "el Hijo de Dios vivo". Jesús conoce la misión que va a encomendarle a Simón; por eso le da también el nombre apropiado. Se llamará Pedro, es decir, "roca", fundamento de su iglesia.

Las "puertas del infierno" son, para los judíos, el poder de la muerte, que retiene sin vida a los difuntos. Es el poder de la destrucción. Jesús promete que su iglesia sobrevivirá, no obstante las fuerzas de la destrucción y de la muerte.
Poseer "las llaves" en sentido bíblico significa tener autoridad suprema en la casa, en este caso, dentro de la Iglesia.
"Atar y desatar" se refiere a la potestad de interpretar auténticamente una doctrina; pero, sobre todo, a la de expulsar y admitir en la comunidad. Todo ese poder debe ejercerse con un espíritu de servicio, sin olvidar que la iglesia es de Cristo, y que el fundamento de cualquier fundamento es, en definitiva, el Señor.
Pero lo determinante para nuestra vida cristiana es dar respuesta a la cuestión: vosotros ¿Quién decís que soy yo? Para responder a esta pregunta básica no basta celebrar la Eucaristía. Es necesario manifestar la fe con un testimonio de caridad en medio de la vida.
Y yo, ¿que digo de Jesús a los hombres con mi vida?Tienes interés en conocer a Jesús? Te abres a la escucha del Espíritu? ¿Cuánto tiempo pasas cada día con Cristo?
Para llegar al descubrimiento de Jesús como Mesías, hijo de Dios, se necesita una asidua y perseverante relación. Diálogo orante e intimidad con él porque una persona enamorada no descubre en un solo día todas las cualidades de la persona amable.
No lo olvidemos..."Nadie puede decir Jesús es Señor sino en el Espíritu Santo".

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