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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 14. Noviembre 2020 - 19:54 Hora
XXXIII Domingo TO (ciclo A)

1L.-Los sabios propusieron la imagen de la perfecta esposa como ideal de quién sabe gobernar su vida y asegurar su futuro. Construye la casa con laboriosidad y habilidad, con su buen nombre y con su compasión hacia los necesitados. Fundamenta su hogar en la justicia, la consolida en el amor de Dios y del prójimo.
2L.-A la curiosidad de los tesalonicenses sobre cuándo será la venida del Señor, Pablo responde que llegará sorpresivamente, no han de temer salvo que se adormezcan y crean poder conseguir en este mundo la paz y la seguridad.
Ev.- La parábola de los talentos fue dirigida por Jesús a los escribas para hacerles reflexionar sobre la mala administración que habían hecho de la palabra de Dios. Pero bien podemos aplicarla a la vida del cristiano para que no sea negligente en la vivencia de la fe porque la parusía tarda en llegar.
PARA LLEVAR A LA VIDA
El siervo que devuelve a su señor lo mismo que recibió de él fue condenado por negligente y holgazán. Sabía de antemano que a su amo no le gustaría, pero pensó que podría salir airoso de la situación sin trabajar ni complicarse la vida. Justificó su actitud más por miedo que por pereza. La confianza que depositó su amo en él, en lugar de estimularle, le paraliza e impide negociar con espontaneidad y cumplir con el encargo recibido. El amo confía en él, pero él no confía en su amo.
La fe es un valioso talento que debemos poner a producir. Hemos de cobrar conciencia de que somos depositarios de un don que tiene un valor extraordinario y del que un día habremos de rendir cuentas. Enterrarlo en el mero cumplimiento o la rutina, es hacerse merecedores del reproche del Señor. La fe es para vivirla, alimentarla, testimoniarla y contagiarla, poniendo en práctica las enseñanzas del Evangelio, con ingenio y audacia para transformar nuestra sociedad; no es para guardarla en el corazón y reservarla para la intimidad. son muchos los cristianos, demasiados, que prefieren no complicarse, no implicarse haciendo producir los valores evangélicos, pretendiendo pasar confortablemente desapercibidos en la calle y vivir su fe de manera intimista; estos han enterrado su fe... Seremos nosotros de esos o de los que reciben el elogio de Cristo?

Sábado, 7. Noviembre 2020 - 01:16 Hora
XXXII Domingo TO (ciclo A)

1L.- Los sabios de la Biblia personificaron la sabiduría, como mediadora, y por ella se dice que Dios es accesible, que está cerca, busca, sale al paso en todos los caminos. Alcanza la sabiduría el que la persigue con afán y con amor. En ella está el verdadero saber que ofrece término a todas las aspiraciones.
2L.-Pablo describe la venida del Señor y la resurrección de los muertos con símbolos de la literatura apocalíptica. Sabemos que vendrá, pero no sabemos cuándo. Creemos en la vida sobre la muerte y la comunión de todos con el Señor que ha de volver.
Ev.-El banquete de bodas, signo del Reino de Dios, exige de todos los invitados espera vigilante, lucidez personal y social, convergencia hacia Cristo, el Esposo de la nueva humanidad.De ahí la insistente exhortación a velar, a estar alerta.
PARA LLEVAR A LA VIDA

La parábola hace una llamada a la vigilancia ante la venida imprevisible del Señor.

Las diez doncellas de la parábola son las amigas de la novia. Representan aquí a los fieles que esperan la venida del Señor. El novio es el Señor. La vigilancia de la fe se simboliza en las lámparas que brillan en medio de la noche y que es preciso mantener despabiladas. Jesús, retarda su venida más de lo que esperabamos los cristianos. Una larga espera produce cansancio y aburrimiento, y el sueño con el riesgo de hallarse dormido en el momento preciso. Esto es lo que les pasa a las doncellas necias. Las cinco jóvenes poco previsoras reciben una dura sentencia condenatoria sin haber hecho nada malo. El teórico "no hacer nada malo" es también una manera de hacer el mal. Algo así como no dar de comer al hambriento o no vestir al desnudo.
Las doncellas prudentes no ayudan a sus compañeras que se habían dormido. El Señor quiere decirnos que nadie puede vigilar por otro y asumir la responsabilidad ajena. Cada cual ha de cuidar su propia lámpara. Cuando llegue la hora del juicio, no será posible el intercambio de los bienes espirituales; cada uno será juzgado según sus obras. Sólo se salvarán los que estén preparados.
No conocemos el día ni la hora, por ello es necesario vigilar cada momento. El cristiano ha de ser un hombre despierto, atento a los signos de la llegada del Señor a nuestras vidas

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