Usted está aquí: Inicio

Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Martes, 6. Abril 2021 - 08:39 Hora
II Domingo de Pascua

1L.- una comunidad creyente y que comparte es el primer fruto de la resurrección. La obediencia al evangelio une por la raíz a todos los creyentes y hace que todos tengan unas mismas convicciones y unos mismos sentimientos en Cristo.
2L.- El apóstol destaca que quien cree en Jesús como Mesías y practica el amor fraterno ha cumplido el mandamiento del Señor y posee la vida eterna o vive en comunión con El.
Ev.- El resucitado se aparece a sus discípulos.

PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús quiere liberar del miedo paralizante a su s discípulos. Su saludo de paz trata de serenarles con su presencia en medio de ellos, evidencia de su victoria, eliminando el miedo y la incertidumbre. Les ha demostrado su amor hasta la muerte, y como testimonio están sus llagas, señales de los clavos en manos, pies y costado. Se les aparece para transmitirles seguridad y valentía en la misión que han de cumplir: dar testimonio ante el mundo de la realidad del amor del Padre. Con el testimonio de amor que la comunidad tiene que dar, sucederá lo mismo que sucedió con Jesús: habrá quienes lo acepten y den su adhesión y quienes se endurezcan en su actitud hostil.
Como Jesús, pues, la comunidad es mediación de salvación o de condena, no porque ella enjuicie a nadie, sino porque la actitud que se adopte ante ella refrendará lo que cada uno es y decide de por sí.

2. Versículos 24-29. La fe en Jesús vivo y resucitado consiste en reconocer su presencia en la comunidad de los creyentes, que es el lugar natural donde él se manifiesta y de donde irradia su amor. Tomás representa la figura de aquél que no hace caso del testimonio de la comunidad ni percibe los signos de la nueva vida que en ella se manifiestan. En lugar de integrarse y participar de la misma experiencia, pretende obtener una demostración particular. No quiere aceptar que Jesús vive realmente y que la señal tangible de ello es la comunidad transformada en la que ahora se encuentra. La comunidad transformada es ahora lo importante: ella es el medio que las generaciones posteriores tendrán para saber que Jesús vive realmente.

Lunes, 5. Abril 2021 - 23:44 Hora
I Domingo de Pascua

1L.- San Pedro. Vemos en sus palabras cómo describe la actividad de Jesús, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu, pasa haciendo bien, esto es, curando a los enfermos y liberando a los oprimidos por el diablo
2L.-En la Parusía se manifestará la gloria de Cristo y con ella también nuestra vida escondida ahora en Dios. Entonces veremos claramente lo que ahora ya somos misteriosamente .
Ev.-María hace una constatación en el sepulcro y comunica su interpretación a dos discípulos. Los dos discípulos inspeccionan por separado el sepulcro, llegando a conclusiones distintas.
PARA LLEVAR A LA VIDA
María va al sepulcro; cree que la muerte ha triunfado. Su reacción, al llegar, es de alarma, piensa en una sustracción del cadaver y va a avisar a Simón Pedro y al discípulo a quien quería Jesús. Este llega antes; Pedro, llega más tarde. Correr más de prisa es una imagen plástica para significar tener experiencia del amor de Jesús. No conciben aún la muerte como muestra de amor y fuente de vida. En el atrio del sumo sacerdote Pedro había fracasado; el otro discípulo, en cambio, permaneció junto a Jesús. Por eso, puede ahora discernir a Jesús y encontrarse con él. Ambos, habían partido de la misma no-comprension, de la misma obscuridad. Ni Pedro ni el otro discípulo habían entendido, cuando partieron. Pedro no capta la situación. De él sólo se dice que vio, pero no que creyó. Pedro todavía no ha entendido que vivir es amar. Pedro todavía no posee el espíritu que Jesús transmite. No lo poseerá hasta más adelante. Pero el otro discípulo, al reparar en los detalles, creyó, captó el sentido del texto: la muerte física no podía interrumpir la vida de Jesús, cuyo amor hasta el final ha manifestado la fuerza de Dios.La resurrección de Jesús es su amor a prueba de la propia vida. Es este amor el que ha roto la muerte, porque, al amar al máximo, Jesús se ha encontrado con la potencia viva del Padre, que es sólo amor.

Nueva contribución  Vieja contribución

Iniciar sesión