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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Domingo, 18. Abril 2021 - 20:30 Hora
IV Domingo de Pascua (Ciclo B)

1L.- S. Pedro da testimonio por vez primera ante los tribunales, con valor y claridad. Se convierte en acusador, reclama la audiencia del tribunal y presenta las pruebas de su denuncia: Ahí está uno que ha sido curado en nombre de Jesús, a quien vosotros habéis crucificado y el mismo Dios lo ha resucitado.
2L.- La realidad de los hijos de Dios es una realidad escondida; pues no tenemos aún plena conciencia de lo que somos y las dificultades de la vida presente encubren la grandeza y la dignidad insospechada de los hijos de Dios. Algún día lo veremos con claridad.
Ev.-Jesús es el buen pastor porque da la vida por sus ovejas. El asalariado es todo lo contrario del buen pastor. En vez de dar la vida por las ovejas, vive de ellas. Por eso las abandona a su suerte cuando llega el peligro.
PARA LLEVAR A LA VIDA
El contexto de esta autoproclamación de Jesús como buen pastor, se sitúa en la indagación que las autoridades religiosas judías habían abierto para examinar el caso del exciego de nacimiento. El veredicto condena a aquel pobre hombre a no ser discípulo de Moisés. En realidad a quien quieren condenar es a Jesús. Por eso el se presenta en la sala del proceso. Y entonces los papeles se cambian, el condenado resulta ser la autoridad judía. La parábola del buen pastor no es una imagen idílica, sino la fundamentación judicial de un veredicto contra ellos. Jesús basa su veredicto en el profeta Ezequiel que denuncia a los jefes de Israel como a falsos pastores del rebaño de Dios. Por eso Dios los destituye de su cargo y El en persona toma la guía, reúne las ovejas dispersas y restablece con ellas una relación de mutua confianza. En esta equiparación radica el escándalo de los judíos.
Sería equívoco pensar que Jesús hace alusión sólo a los fariseos de su tiempo. Asalariados, falsos pastores, demagogos de toda clase, los hubo entonces y los hay ahora, fuera y dentro de la Iglesia.
Jesús tomó la guía, reunió las ovejas, y establece con ellas una relación de mutua confianza. El ha querido poner en nuestra vida de fe, pastores buenos que a imitación suya nos acerquen a Dios; pero el Maligno tiene empeño en evitar que cumplan su misión y se queden en montar espectáculo y hacer gracietas.
Hoy domingo del Buen Pastor, día propicio para orar por nuestros pastores, vivos y difuntos, en activo o ya jubilados. Día de agradecer su entrega y servicio, día de felicitarles; día de recordarnos que hemos que apoyarles y colaborar con ellos; día de valorar su renuncia, su soledad, y los sinsabores del quehacer pastoral.
Pidamos pastores de buen corazón, santos y fieles al Magisterio de la Iglesia; celosos en el apostolado, valientes e intrépidos que prediquen el Evangelio íntegro, que denuncien la impostura y señalen la inmoralidad; que sean alma de oración, que atiendan el confesionario y se prodiguen en la caridad. Que huyan de la tentación de buscar el aplauso del mundo, de predicarse a ellos mismos, de pretender la complacencia de las gentes, olvidando lo que Dios les pide y los fieles necesitan.

Lunes, 12. Abril 2021 - 07:44 Hora
III Domingo Pascua (Ciclo B)

1L.-La predicación de Pedro y los prodigios que la acompañaban suscitan la admiración de la gente; sin embargo, Pedro no busca complacer, recuerda su complicidad en la muerte de Jesús e invita al arrepentimiento.
2L.- No es suficiente la confesión verbal de la fe; es necesaria su práctica, traducir la fe en obras, y por eso S. Juan urge a cumplir ya las enseñanzas de Cristo.
Ev - El Señor vive verdaderamente, y lo que los discípulos contemplan no es una simple "visión". No es un fantasma, come! La vida de Jesús, su pasión y muerte, y todas las Escrituras deben ser interpretadas a la luz de la experiencia pascual.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Los discípulos ven la aaparició del Resucitado, pero la interpretan como la de un espíritu sin cuerpo, como un fantasma. Una aparición puede ser un fenómeno psicológico y por eso el Jesús aparecido quiere resaltar d su realidad física en su encuentro con los apóstoles, les pide de comer y deja que palpen su cuerpo.
La predicación de la primera comunidad cristiana refiere a estas comidas con el Resucitado precisamente para evitar que se interprete la resurrección como una experiencia psicológica o meramente espiritual. "Dios le resucitó al tercer día y le concedió la gracia de aparecerse, no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con el después que resucitó de entre los muertos" (Hch 10, 40-41).
"Entonces les abrió el entendimiento para comprender las escrituras". Este es el don pascual que Jesús hace a los doce reunidos. Que no es otra cosa poder comprender que todo cobra sentido al culminar en la pasión y pascua de Jesús. Abrahán y Moisés, David y los profetas, la esperanza y el destierro, todos los hechos de la historia del pueblo judío, reciben sentido como etapas de un camino que culmina en la resurrección de Cristo.
Jesús es el cumplimiento de las promesas históricas del Dios de Israel, la satisfacción de las esperanzas más audaces en el corazón humano.
Pidámosle al Resucitado que abra nuestro entendimiento para contemplar la realidad con mirada sobrenatural y descubrir nuestras culpas y dónde reclama nuestra entrega.

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