Usted está aquí: Inicio

Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Domingo, 2. Enero 2022 - 08:17 Hora
II Domingo de Navidad (ciclo C)

1L.-La sabiduría de Dios estuvo presente en la obra de la creación: en lo alto del cielo y en el abismo del mar, y anduvo dispersa entre todos los pueblos de la tierra. Con la venida de Cristo al mundo, que es toda la Sabiduría de Dios en persona y hecha carne, la Sabiduría está plantada en medio de la Iglesia entendida como comunidad de creyentes y nuevo Israel.
2L.-La alabanza y la acción de gracias de Pablo va dirigida al Padre, de quien proceden todos los dones y que nos ha enviado a su propio Hijo. En Jesucristo, hemos sido elegidos para ser objeto de todas las bendiciones divinas y para llevar una vida santa.
Ev.- Jesucristo es la Palabra definitiva de Dios a la humanidad. Palabra asequible, que campaña en medio de humanidad itinerante y peregrina en la historia.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Este es el misterio de la Navidad que hoy nos recuerda la liturgia y vuelve a llenarnos de alegría. Una palabra hecha persona, que es el Hijo mismo de Dios y por el cual Dios nos acepta también a nosotros como hijos.
La realidad de la presencia de Dios ha comenzado a incidir históricamente en la vida de la humanidad con el comienzo de la vida de Jesús: suceso que constituye el momento decisivo de la historia de la salvación.
Dios se expresa en una palabra viva, constituye al hombre en interlocutor, entabla un diálogo iluminador con el. Pero desgraciadamente el hombre, rechaza la Palabra y su vida se hace tiniebla, angustia, absurdo radical.
La revelación definitiva de Dios tiene rostro humano. Es una realidad cercana a los hombres. Ha puesto su tienda entre nosotros. Desde el momento de la venida del Hijo al mundo en la debilidad de la "carne", realiza la presencia de Dios entre los hombres. El cuerpo de Jesús se convierte, por su muerte y su resurreción, en el templo de la presencia de Dios.

El es la verdad y la vida de Dios hecha carne. Ama, cura, perdona. Vive y sufre como un hombre entre los hombres. Todos pueden verlo y oírlo. Todos pueden creer en él, participar de su plenitud de gracia y de verdad. Pero la vida pública de Jesús fue un conflicto continuado entre Jesús y un mundo incrédulo, que terminará en su proceso y condena a la cruz.

Pero no faltan motivos para la esperanza, hay mujeres y hombres que aceptan la Palabra divina y experimentan la novedad de ser hijos de Dios.
"Y la Palabra se hizo carne", una realidad sensible y tangible, cuyo nombre es Jesús. Con ello, San Juan enfatiza que la encarnación no es aparente, y que mediante la experiencia de nuestro ser "humanos"es como hemos de acercarnos a Dios, a Jesús.
Acojamos a Cristo, que nunca se pueda decir de nosotros aquello de: "al mudo vino y el mudo no le conoció; vino a su casa y los suyos no le recibieron". Por Jesús, el Salvador, el mundo tiene esperanza. El futuro es siempre más prometedor que el presente. Porque él es para siempre, y sin retractación posible. Dios con nosotros.

Sábado, 1. Enero 2022 - 10:35 Hora
Santa María, madre de Dios

1L.- Dios es la fuente de toda bendición, y ésta abarca todo bien material o espiritual, siempre signo del favor de Dios, de su protección, gracia y paz.
2L.-s.Pablo compara la situación del hombre antes de Cristo o al margen de Cristo a la de un niño que, aun siendo el heredero, vive bajo la tutela de sus pedagogos hasta que "se cumpla el tiempo" y entre en posesión de la herencia.
Ev- Los pastores aceptan la palabra del ángel, se dirigen a observar el signo y encuentran al niño acostado en el pesebre. El signo que les persuade para hacer suyo el evangelio -creyendo que ha nacido el Salvador- es ver cumplida la palabra del ángel y alaban a Dios por todo ello.

Nueva contribución  Vieja contribución

Iniciar sesión