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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Sábado, 21. Septiembre 2024 - 08:42 Hora
Domingo XXV TO (ciclo B)

1L.- el autor sagrado usa la imagen del siervo paciente para hacer el retrato del justo desde el punto de vista de los impíos. Estos le ponen a prueba, para ver si se mantiene; y ponen a prueba a Dios, para ver si se ocupa de él. Será la reacción ante su reto la demostración de que Dios está con el.
2L - Hay una falsa sabiduría de la vida que se opone a la sabiduría de Dios. Es de aquellos que no buscan otra cosa que su proyecto. Es origen de todos los males, de las envidias y de las peleas que siembran el desorden y hacen imposible la convivencia.
En cambio la auténtica sabiduría tiene otro origen y produce otros frutos. El hombre permanece insatisfecho porque no pide a Dios lo que realmente necesita, no pide bien.
Evangelio.- Cuando Jesús habla de su pasión, los discípulos tenían miedo de preguntarle porque intuían que su respuesta iría en contra sus de sus ambiciones. Malinterpretan el Reino, solo piensan en el lugar que les va a corresponder como ministros o consejeros. Jesús aprovecha la discusión entre ellos para aclarar las condiciones de ingreso en el Reino: pasar por el sufrimiento del Mesías y presentarse en él como siervos y pobres.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Cristo deja claro que para entrar en el Reino es preciso ser como un niño: sencillo y no ambicionar puestos, sino hacerse el siervo de todos y ofrecer amor a los más insignificantes. Establece como condición ser simple como un niño, estar abierto al porvenir y dispuesto a servir... El
niño es para Jesús alguien necesitado, pobre; alguien que no es considerado por los demás, que ocupa el último lugar de la casa. Por eso lo propone como símbolo de los que son sus preferidos. Así ha querido concretar la ética del Reino a las actitudes y valores infantiles. Lo cual implica:
1° Poner lo pequeño en el primer puesto de nuestra consideración. Buscar los servicios más humildes.
2° Ponernos en actitud de disponibilidad y servicio con quienes no podrán devolvernos el favor. La humildad y la pequeñez son la llave del Reino. Solo el que se humilla será enaltecido. Cuentan que el diablo se apareció un día a San Mauricio y para tentarlo le dijo:
- Todo lo que tú haces, lo hago mejor yo. Tú ayunas, y yo no como nunca, tu velas, y yo jamás duermo.
Contestó el santo: - Una cosa hago yo que tú no puedes hacer, contestó Mauricio.
- ¿Y cuál es?
- Humillarme.
Habrá que preguntarse si hemos aprendido la lección insistente de Jesús sobre la entrega por los demás; si estamos dispuestos a achicar nuestras pretensiones

Viernes, 13. Septiembre 2024 - 09:24 Hora
XXIV Domingo TO

1L.-El siervo del Señor personifica el fracaso aparente: atormentado, despreciado y tenido por réprobo. Pero revela que en el fracaso puede haber sentido. El lo encuentra, al estar en cada momento a la escucha. Dios se le manifiesta presente en el dolor como el salvador. Por eso lo acepta con firmeza y esperanza.
2L.- El apóstol enseña que la fe es un principio de vida. Cuando carece de obras no da señales de vida. La fe no es una simple adhesión teórica a unas verdades. El que sólo cree con la cabeza, no cree. Las obras son las únicas señales que acreditan la fe delante de los hombres.
Evangelio.- Por el camino preguntó a sus discípulos ¿Quién dice la gente que soy yo?
Jesús quiere conocer la opinión de sus discípulos. De ahí que la primera pregunta prepare la segunda y decisiva.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Nadie, al parecer, pensaba en un Mesías que cumpliera su misión padeciendo y muriendo en una cruz. Es comprensible, que las gentes no reconocieran a Jesús como Mesías, puesto que su doctrina y proceder no encajaba en sus prejuicios nacionalistas. Pedro, al confesar decididamente que Jesús es el Mesías, acierta pero su fe es todavía imperfecta. Jesús acepta la confesión de Pedro, prohíbe a sus discípulos que lo vayan diciendo porque quiere evitar el peligro del malentendido político.
Jesús les habla sin rodeos de qué manera ha de entrar en su gloria padeciendo antes la afrenta de la cruz. Esto, que había sido anunciado por Isaías en los cantos del Siervo de Yavé, era, sin embargo, lo que no podían entender los discípulos.
Entonces Pedro se comporta como Satanás en las tentaciones en el desierto. Por eso Jesús lo rechaza, nadie puede detener a Jesús en su camino y en el cumplimiento de su misión.
Con el intento de desviar a Jesús de su camino, Pedro traiciona su vocación como discípulo. Porque sólo aquel que carga con la cruz y se niega a sí mismo, puede ser su discípulo.
"Cargar con la cruz" no era para sus oyentes una expresión simbólica. Sabían que los romanos obligaban al reo a llevar sobre los hombros la propia cruz en la iba a ser ejecutado. Cargar con la cruz significa renunciar voluntariamente a conservar la vida, la honra y la riqueza, etc. cuando mantener todo ello no es posible sin quebrantar la voluntad de Dios.
Jesús debía sufrir por ser fiel a Dios, porque éste era el destino de los hombres después del pecado. Debía sufrir y ser rechazado por las autoridades, porque éste es el destino de los que proclaman la verdad entre nosotros. Debía ir voluntariamente a la muerte, porque el sacrificio de sí mismo libremente aceptado es el único medio para salvar al mundo.
La cruz, es la más alta expresión del sacrificio. El cristiano ha de sacrificarse por amor a Cristo y a los hombres y por hacer la voluntad de Dios. La entrega de la propia vida, es una exigencia del evangelio, es el único modo de entrar en la vida eterna.

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