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Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Miércoles, 2. Marzo 2022 - 09:08 Hora
Miércoles de ceniza

1L.-A la vista del sentido profundo de una desgracia colectiva, el profeta hace una intensa llamada a conversión.
2L.-S. Pablo emplea una afirmación contundente para avivar nuestra conciencia: «Dios hizo a Cristo pecado». «Pecado» no es solo la culpa personal, sino el clima producido por la acumulación de las culpas de cada uno. Cristo no rehuyó esa realidad y se hizo solidario con la humanidad pecadora.
Ev.- Jesús ánima a sus discípulos a vivir en la sinceridad espiritual.
-Que su oración sea diálogo íntimo y frecuente, sin fingimiento.
-Que enmedio de sus privaciones voluntarias presenten -ante los demás- su cara más limpia y alegre. Porque el desprendimiento que exige el seguimiento de Cristo no es una carga, no es una pérdida, sino una gracia liberadora.
-Que sean generosos pero discretos al dar y compartir.
Reusando ser visto, alabado o recompensado por la gente.
PARA LLEVAR A LA VIDA
La cuaresma representa una fuerte llamada a la conversión para vencer la desgracia de vernos privados de la salvación lograda por Cristo.
Oportunidad de recordarnos que la relación personal con Dios, la vivencia del Evangelio y el testimonio de vida Cristiana, han de vivenciarse con autenticidad y escapar de la teatralidad.
Estamos llamados a ser adoradores de Dios "en espíritu y en verdad" y a servirle en los hermanos necesitados.
Aprovechemos este tiempo de gracia:
- Volvámos a la autenticidad en la fe y la espiritualidad.
- Practiquémos una la sobriedad generosa y desprendida.
- Que nuestra abnegación sea alegre y servicial.

Domingo, 27. Febrero 2022 - 05:53 Hora
VIII Domingo TO (ciclo C)

1L.- La sabiduría con la observación del proceder humano, se hizo su imagen del hombre. Su libertad le hace sorprendente; no está nunca acabado; siempre encierra misterio. La calidad del grano de la vasija y del árbol se revela en la prueba; la del hombre en su decisión. Sólo Dios, que está en la intimidad, conoce todo el hombre.
2L.- El aguijón de la muerte, el pecado, ha sido derrotado por la muerte y la resurrección de Jesús. Quien pertenece al Señor sabe que el esfuerzo de su fe y de su fidelidad no es vano, porque ya ha dado el paso de la muerte a la vida. Por consiguiente, hay que mantenerse firme e inconmovible "sabiendo que no son inútiles las fatigas".
Ev.- Jesús señala las cualidades del discípulo del reino de Dios, que necesita ser lúcido, permanecer en una continua conversión personal y fructificar. He aquí una denuncia, implacable, de nuestra nunca vencida inclinación a juzgar a los demás.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Proclamas un fragmento del "discurso del llano" de Lucas. Las enseñanzas sobre el ciego que guía a otro ciego y la de los árboles que dan buenos o malos frutos son aplicables a todo hombre y mujer, pero particularmente a los discípulos. Estamos invitados hoy a hacer una autocrítica seria en base a tres enseñanzas:

- Nadie debe creerse suficientemente sabio para dirigir a los demás, sino que tiene que conocer cuáles son las limitaciones propias y la necesidad que tenemos de aprender y buscar luz. El discípulo siempre ha de estar aprendiendo y corrigiendo, intentando llegar a ser como su maestro, Jesús.

- No pretender corregir a los otros sin mirar -con humildad- lo que uno mismo ha de corregir. La exageración de la imagen de la viga muestra el interés de Cristo en prevenir a sus discípulos sobre esta cínica manera de proceder, en la que se puede caer con facilidad.

- Son los hechos, el modo de hablar y de actuar, los frutos, los que muestra quién se es verdaderamente. Lo determinante es conocer qué llevamos dentro, qué criterios y qué actitudes de fondo nos mueven a actuar. Porque si lo que llevamos dentro es "tesoro de bondad", lo que aflorará serán frutos de bondad; pero si llevamos "tesoro de maldad", los frutos serán de maldad.
Jesús nos advierte que quien desee dirigir a otros, ha de poseer una visión muy clara y un corazón muy humilde; ha de ser un "hombre bueno". Al que se le reconoce por sus hechos y palabras, lo mismo que al árbol se le reconoce por los frutos. Nuestro juicio ha de pretender un discernimiento entre el bien y el mal. Nunca hemos juzgar erigiéndonos en jueces de nuestro prójimo. La actitud crítica frente a los demás es sana y muy recomendable, pero siempre que sea precedida por una rigurosa autocrítica.

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