Usted está aquí: Inicio

Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

Domingo, 8. Mayo 2022 - 08:02 Hora
IV Domingo de Pascua (Ciclo C)

1L.- En Antioquía de Pisidia se realiza la presentación del núcleo del kerygma, que se destina a los "temerosos de Dios", a quienes la predicación les conquista por su ausencia de prejuicios. Ellos, a su vez, atraen a mucha gente a la reunión del sábado siguiente; ahí se juntan paganos.
2.L- Una muchedumbre de todas las naciones, pueblos, razas y lenguas del mundo se reúne para alabar a Dios. Unidos a los ángeles, a los ancianos y a todo el universo, proclaman su victoria, simbolizada por la túnica blanca y palma en la mano, y obtenida gracias a la "sangre del Cordero", su pastor. Porque se unieron a su pasión, le glorifican ahora.
Ev.- Cristo es el buen pastor de la humanidad, diversa y dispersa. Todos los salvados y purificados con su sangre «le reconocemos como el Pastor auténtico». Comulgar con Cristo es «escuchar su voz», seguirle y tener la confianza de que «nos da la vida eterna.»
PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús se muestra convencido de que nada ni nadie puede apartarle de los que son "suyos", de los que él ama. Por eso, cuantos creemos en Jesús tenemos la vida eterna guardada en las mejores manos y no moriremos para siempre. Porque Jesús y su Padre son uno.
Quiere decir esto que la fe es seguridad en Dios, que es él el que nos tiene con fuerza y el que inspira en nosotros una confianza sin límites.
Esta es nuestra seguridad en la fe, Jesús nos conoce a cada uno, nos ama, nos guía. Por eso podemos seguirle, pues sólo puede seguirse -es decir, entregar la vida- a quien de verdad te conoce y ama. Con un conocimiento y amor personal que nada -ni nuestro mayor pecado- puede destruir. Hemos de intentar comunicar a todos los que conviven con nosotros esta gran Buena Nueva: hay un Pastor que nos guia hacia una vida nueva y plena; que nos procura quien nos oriente y acompañe en nuestro caminar de fe.

Viernes, 29. Abril 2022 - 13:47 Hora
III Domingo de Pascua (ciclo C)

1L.-La actividad benéfica de los Apóstoles, acredita su predicación, y despierta las suspicacias de los dirigentes y su encarcelamiento. Recoge las claves de una predicación incisiva en lo esencial: evocación de la crucifixión y resurrección por obra de Dios; la vida de Jesús es como una continuación de la alianza; y la invitación al arrepentimiento.
2L.-Juan ve a Cristo junto a Dios en la figura de un cordero: su nombre recuerda, a la vez, al cordero pascual y al siervo de Dios, que toma sobre sí los pecados del mundo. Parece degollado (muerte), pero está de pie (resurreción), vivo y eternamente vivo.
Ev.- Relata la tercera aparición del resucitado, su invitación, plena de símbolismo, a faenar y almorzar.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Aquella fue la tercera vez que Jesús resucitado, transfigurado, se apareció a los discípulos. Ofrece su nueva realidad, la definitiva, la que va a durar para siempre. Por eso, esta manifestación se convierte en catequesis, en modelo para la vida de la comunidad; y se interpreta como programa para la vida de la comunidad y su misión en el mundo. Celebrar la fe y cumplir las indicaciones de Jesús, obedecer su mandato.
La experiencia pascual de los discípulos trasciende al cristiano de hoy en la Iglesia. En la escena se ofrece una alusión a la comida eucarística. Jesús no come sino que distribuye el pan y el pescado. Los discípulos son invitados a comer el alimento que les ofrece el Señor resucitado.
El alimento que ven y que Jesús ha preparado es distinto del que ellos han conseguido obedeciendo a su mandato. Este es fruto de su esfuerzo y tarea, el alimento que encuentran preparado es don gratuito. Hay dos alimentos: el que da directamente Jesús, y el que se obtiene respondiendo a su mensaje. "Bendito seas, Señor, Dios del universo por este pan -fruto de la tierra y del trabajo del hombre-, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida".
Así se presenta la celebración de la comida eucarística, para el cristiano, como lugar cumbre de la vivencia de la resurrección.

.

Nueva contribución  Vieja contribución

Iniciar sesión