Miguel P. León Padilla
Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.
Lunes, 5. Septiembre 2022 - 16:49 Hora
XXIV Domingo TO (ciclo C)
1L.-Moisés intercede por el pueblo que Dios sacó de la servidumbre de Egipto. El no quiere disociarse de su suerte y ser salvado aparte. La solidaridad del mediador obtiene salvación. Dios revela su presencia salvadora en el mundo en la persona del justo.
2L.- Pablo se presenta a sí mismo como pecador redimido gratuitamente por Cristo. No busca se admirado por su comportamiento ni sus virtudes, sino por la manifestación de la misericordia de Dios en él
Ev.- Jesús pregona las parábolas del amor de Dios, su afanada búsqueda del pecador y la fuerza de su perdón.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús quiere mostrarnos el auténtico rostro de Dios y la fuerza de su amor que salva y crea. Lo hace a través de parábolas sencillas. Y lo presenta como cualquier pastor que ha perdido una oveja coloca a las otras en sitio seguro y se arriesga a buscar la que falta. Como una mujer que ha extraviado una moneda no se preocupa de las otras; ilumina su morada y limpia todo hasta encontrarla. Dios es semejante. No se ocupa solamente de los buenos. Atiende especialmente a los que viven en peligro. Este amor justifica la actitud de Jesús y de la Iglesia con respecto a los pecadores.
La parábola del padre que perdona al hijo que ha malgastado su vida y su fortuna lejos de casa. Y cuando el hijo vuelve, le sale al encuentro y le abraza. No le reprocha nada, ni pregunta los motivos o razones de su vuelta. Simplemente acoge al perdido y le ama. Relato apropiado para mostrar la naturaleza del perdón de Dios y su manera de tratar a los pecadores.
Sin embargo, al contrario que el pastor y la mujer (que lo dejaron todo y se esforzaron por hallar la oveja y la moneda que perdieron) el padre no ha salido por los caminos y ciudades a buscarlo. Por qué el amor paterno se presupone. Lo que se subraya es la reacción del "hijo bueno" de la casa, que es Israel. Porque a los justos de Israel les duele que el padre acoja a los perdidos y les ofrezca su banquete. Pero Jesús advierte que el proceder del padre es diferente y ellos se sienten postergados y molestos.
Cómo te define tu proceder, te consideras justo o un perdido. Cómo reaccionas ante el amor divino?
Miércoles, 31. Agosto 2022 - 11:32 Hora
XXIII Domingo TO (ciclo C)
1L.- La oración de Salomón, formulada en clave sapiencial, atribuye la verdadera sabiduría al espíritu de Dios, presente en el hombre. La revelación ayuda al hombre a encontrar su verdadero ser, en Dios.
2L.- Pablo hace que Onésimo, un esclavo fugitivo, regrese a su amo. Pero por la aceptación del evangelio y a su bautismo, ya no es un objeto sin derechos sino que es un liberto del Señor, un hermano en Cristo. Las comunidades cristianas humanizaron las relaciones amo y esclavo, introduciendo en la sociedad gérmenes destructores de la esclavitud.
Ev.- Jesús presenta la exigencia de su seguimiento sin ambages.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Puede dar la impresión de que Jesús aconseja que se abandone el deseo de entrar en su discipulado, porque uno se siente incapaz de cumplir con lo que exige. Pero en realidad Jesús quiere dejar en claro que para ser su discípulo es necesaria una actitud de absoluto desprendimiento. A actitud que en ocasiones habrá de concretarse en renuncias materiales efectivas y en otras en sacrificios espirituales cotidianos; pero en cualquier caso, el que desee ser su discípulo siempre deberá estar pronto a dejarlo todo por la causa del Evangelio (como pide Pablo al amo de Onesimo). Así deja bien claro que lo único verdaderamente necesario para todos es entrar en el Reino de los Cielos, y que esto no es posible a cuantos resisten la llamada.
En conclusión: Todo lo que suponga un obstáculo en el seguimiento de Cristo, hemos de eliminarlo sin contemplaciones. Poco importa que se trate de los vínculos más legítimos o de los más grandes bienes. Todo, absolutamente todo, ha de sacrificarse con tal de seguir a Cristo, incluso la propia vida.
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